Demanda Brasil abrir mercados a Haití para combatir problema alimentario

El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, afirmó hoy en esta capital que Haití necesita "financiamiento, pero también mercados" para dejar atrás su "problema de seguridad alimentaria", días después de proponer en Davos, Suiza, "arancel cero" para los productos haitianos.

Tras reunirse con la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, el jefe de la diplomacia brasileña sostuvo: “Haití no puede depender eternamente de la ayuda. Requiere mucha y la necesitará por mucho tiempo, pero también que la economía se estructure de manera propia, y para eso es necesario tener mercados.

"Brasil está profundamente involucrado en Haití, no sólo porque dirige la misión militar (Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití, Minustah), sino porque tenemos experiencia" en planes de cooperación desde antes del terremoto del 12 de enero, indicó.

La directora general de la Unesco pidió "ayuda" para aplicar el programa de esa organización en Haití, explicó Amorim.

El subsecretario general para Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), John Holmes, defendió el manejo de la ayuda en Haití al recalcar las grandes dificultades enfrentadas y los progresos en la coordinación desde el tsunami que en diciembre de 2004 azotó el sur de Asia.

"Creo que el sistema que organizamos después del tsunami y las reformas que realizamos posteriormente han funcionado. El sistema está mucho más organizado por sectores", manifestó Holmes durante una visita a Estocolmo.

Emplea el PNUD a más de 31 mil haitianos

En tanto, 31 mil 885 haitianos ya fueron contratados por el Programa de Naciones Unidas (PNUD) para el Desarrollo para realizar tareas de rehabilitación tras el sismo. Se encargarán de limpiar las calles de escombros y reparar infraestructura pública, como mercados y sistemas de agua.

Esos contratos forman parte del programa Dinero para Trabajo del PNUD y tienen el objetivo de reimpulsar la economía local. Los empleados, hasta ahora, son gente que vive en la capital.

El presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, declaró en el contexto de la cumbre de la Unión Africana que tiene lugar en Addis Abeba, Etiopía, que 50 haitianos pidieron ser recibidos en Senegal, y sugirió que se les proponga la posibilidad de "volver a su tierra de origen".

El mandatario anunció la creación de un consulado de su país en República Dominicana y dio cuenta de su intención de viajar a Haití "en 10 o 15 días".

En este contexto se reanudaron las evacuaciones de heridos graves por el ejército estadunidense, suspendidas el fin de semana tras una polémica sobre quién asumiría los costos de la recuperación de los sobrevivientes del terremoto en Haití, al tiempo que el jefe del Comando Sur estadunidense, el general Douglas Fraser, indicó que el portaviones Carl Vinson se retira de las operaciones de asistencia humanitaria en Haití, luego de más de dos semanas de actividad en la zona, pero deja 10 helicópteros para la distribución de ayuda.

Junto con el Carl Vinson concluyen sus tareas el crucero misilístico Bunker Hill y el buque de estudios oceanográficos Henson, que se sumaron inmediatamente a las labores después del terremoto.

Autoridades haitianas interrogaron este lunes a 10 misioneros estadunidenses de la organización New Life Children’s Refuge, acusados de intentar sacar ilegalmente a 33 niños hacia República Dominicana.

Un fiscal se reunió con los detenidos en los cuarteles centrales de la policía de Puerto Príncipe, donde han estado desde el viernes pasado, cuando fueron detenidos.

Los misioneros bautistas negaron el cargo de estar involucrados en tráfico de menores e insistieron en que sólo querían ayudar a los menores que, según ellos, quedaron abandonados tras el sismo.

Una mujer que aseguró ser madre de cinco niños declaró que un pastor local actuó de intermediario y le dijo que los pequeños tendrían mejor vida si se iban con los misioneros.

Los estadunidenses admitieron que no tenían documentos, permisos o pasaportes de los niños, e insistieron en que querían llevar a los menores a un orfanato que construyen en República Dominicana.

No se ha informado sobre las penas que recibirían de ser encontrados culpables.

El gobierno haitiano señaló que los misioneros podrían ser juzgados en Estados Unidos, debido a que el sistema judicial de la nación caribeña quedó destruido tras el terremoto.

Pero el cónsul general de Estados Unidos en el país caribeño, Donald Moore, indicó que corresponde al gobierno haitiano decidir la suerte de los misioneros.

Por su parte, el primer ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, calificó a los misioneros de "secuestradores", pero reconoció la posibilidad de equivocarse.