Ladrillos, consejeros y vergüenza

El Gobierno prevé basar la recuperación económica en la resurrección del ladrillo. El denostado ladrillo, el culpable de todos los males, de la terrible burbuja, vuelve al primer plano. Al menos hoy. Mañana no se sabe si el Gobierno cambiará de opinión. De momento ha presentado propuestas concretas, no nuevas y algunas copiadas de otros, que se pueden discutir. Hay que esperar que la segunda reunión con las fuerzas políticas sirva para algo más que para una foto, una rueda de prensa –que se podría ofrecer igual antes de la reunión- y para lanzar la propaganda. El marketing es lo único que interesa hoy.

A los creadores de la campaña “estosololoarrglamosentretodos”, que es un buen mensaje, incluso sabiendo lo que hay detrás, también millones de euros, les ha salido competencia con otra iniciativa, “estosóloloarrreglamosinellos”, que tampoco está mal tirada. Ya saben que hay defensores de los Gobiernos en funciones –en Italia han tenido largas experiencias- porque, dada su limitación de funciones operativas, no pueden estropear casi nada. Facundo Cabral contaba un encuentro entre su madre y el presidente argentino de turno, que seguro que no era mejor que los últimos diez o doce. El político le preguntó: “señora, ¿qué puedo hacer por vos?” y ella le respondió: “Con que no me joda es suficiente”. 82.000 parados más en febrero, suma y sigue, es bastante para que algunos hayan puesto en marcha otra iniciativa en la línea de la madre de Cabral: “estodeberianarreglarlolosquelojodieron”.

En algunos espacios privilegiados en la relación con el poder socialista empiezan a surgir voces fieles pidiendo cambios de fondo. Lo hacen desde la coña, pero disparando. Miguel Angel Aguilar escribía en El País que la primera recomendación sería la de D. Antonio Maura: “que gobiernen los que no dejan gobernar”. Es decir, añadía Aguilar, “que se incorporen al Gobierno los integrantes de la cofradía de la adoración nocturna, la amigable compañía que orienta y desorienta al presidente Zapatero y lanza las propuestas que el inquilino de La Moncloa hace suyas para desconcierto de los ministros afectados en sus competencias”. ¿Quieren nombres? Los da el propio Aguilar: Javier de Paz, Miguel Barroso, José Miguel Contreras, Antonio García Ferreras, David Taguas…

En medio del ruido del marketing, la voz profunda del actor Willy Toledo, el hombre que dejó todo para estar al lado de Aminatou Haidar, el defensor de los derechos humanos. Ha calificado al disidente cubano Zapata de “delincuente”, ha llamado “terroristas” a los presos políticos que ha encerrado el dictador Fidel Castro y ha señalado que Cuba “con sus miserias y sus grandezas es un modelo a seguir”. Lo del régimen cubano es para llorar. Hay colas para ir a la isla a disfrutar del “modelo” cubano. Allí esperan a Willy. Lo que ha dicho de quien ha muerto en Cuba o de quienes están presos por la dictadura no sólo es ruin, es repugnante. Es un problema de vergüenza. De desvergüenza.