Celebrando el primero de mayo
Por primera vez un presidente de la república participa en marcha
jueves 03 de mayo de 2007, 06:32h
Rafael Correa Delgado, es el primer Mandatario ecuatoriano en participar de las marchas del primero de mayo, conmemorativas del Día del Trabajador. Tradicionalmente las marchas del primero de mayo, han tenido como objetivo todo tipo de demandas reivindicatorias, en contra de los gobiernos de turno.
La marcha del primero de mayo fue multitudinaria, aproximadamente unas 30.000 personas entre ellos: niños, adultos, ancianos, jubilados, estudiantes, grupos feministas, discapacitados, campesinos, empleados públicos, familiares de emigrantes, sectores políticos de izquierda incluido el movimiento Alianza País, coparon los más de cinco kilómetros de calles aledañas al centro de la capital.
No faltaron las comparsas con los ataúdes de los 57 diputados destituidos, las pancartas alusivas a la Constituyente y contrarios a la tercerización. La marcha empezó a las 9.30, con bandas de guerra y bastoneras de varios colegios de la ciudad.
A la altura de la Plaza del Teatro a las 10h00 se incorporaron a la marcha, el Presidente de la República Rafael Correa, el vicepresidente Lenín Moreno y varios ministros.
La comitiva del presidente Correa recorrió el centro histórico hasta llegar a la Plaza de San Francisco, políticamente el punto de reunión más emblemático, por su significación de respaldo a la gestión del primer mandatario.
Tras las intervenciones de tres dirigentes sindicales y del Frente Popular, el presidente Correa tomó la palabra, recordó el origen de la celebración del primero de mayo.
Señaló que este, sin embargo, en Ecuador ha sido tratado como mercancía, Destacó que el trabajo para este gobierno será la supremacía del esfuerzo humano sobre el capital.
Respecto a la contratación bajo el sistema de la tercerización, fue enfático al remarcar que había que ponerle un alto a la explotación laboral a través de tales empresas, las cuales hoy están siendo controladas para que cumplan con la ley.
En este punto hizo referencia a la flexibilización laboral, a la cual calificó de inmoral, porque "rompe la cohesión social". También dijo que no se puede hablar de paz social cuando un trabajador tercerizado, gana 100 dólares y un gerente de banco 70.000 mensuales.
Anunció que el próximo año todos los trabajadores ganarán el mismo salario básico, que incluirá a las empleadas domésticas, quienes tendrán jornadas de ocho horas y cinco días a la semana.
Advirtió que la Asamblea debe incorporar en la Constitución, garantías y seguridad para los trabajadores a fin de evitar su éxodo al exterior. A lo expuesto, añadió duras expresiones en contra del expresidente Lucio Gutiérrez al que llamó “payaso y cobarde”.
En similar tono sentencioso se refirió a los ministros de economía de ese regimen, los que, con recetas ortodoxas pagaron anticipadamente la deuda externa y retrasaron la obligación social, recordó.
En otra parte de su discurso, un tanto disfónico, por el esfuerzo, dijo: “recuerden que el principal deber de un Gobierno y una política económica, es proteger y fomentar la producción así como el empleo nacional y eso es lo que estamos haciendo”, concluyó.
Según la empresa encuestadora de opinión “Gallup”, el Presidente Rafael Correa goza del más elevado porcentaje de aceptación de todos los mandatarios en la región.