Cuando el jueves sus Señorías vuelvan del largo periplo vacacional de Semana Santa en los pasillos del Hemiciclo de la Asamblea de Madrid, sea un hervidero de “cotilleos” mostrando las fotos, o el moreno de esos días de la playa, o las anécdotas de esas vacaciones. Pero al toque de campana para entrar “a fichar” y en algunos casos aburrirse, todo volverá a la rutina.
Enfrente de la bancada del Gobierno, estará la verdadera oposición (al menos coherente con sus planteamientos e incluso argumentando dichos planteamientos) encabezada por
Gregorio Gordo de I.U.
Y la pésima o nula oposición por parte del PSOE. Una oposición la socialista basada en un acoso y derribo a casos de corrupción, incoherente, y que no conecta por que no sabe trasmitir una idea al a ciudadanía madrileña. Claro que con las políticas erráticas encabezadas por sus hermanos mayores que gestiona el Gobierno de la Nación, aumentando el desempleo en una temporada que teóricamente es buena para la creación de empleo en el sector servicios, coincidiendo con la Semana Santa, y gastando más de lo que se puede y se debe, en mapas clitorianos, o en subvenciones a amigos de sus amigos. Si a esto le sumamos que
Maru Menéndez, está como ausente sabiendo que va a ser suplente, y que el teórico titular
Tomás Gómez, es como
Kaká en el Madrid, o como el Guadiana que aparece y desaparece, pues hay Esperanza para rato.
Así el Partido Popular y no por el rodillo de la mayoría absoluta, sino por lo mal que lo hace el principal partido de la oposición, podrá gobernar por los siglos de los siglos. La renovación del Ejecutivo madrileño tras la marcha de
Juan José Güemes a la empresa privada, y quién sabe si dentro de muy poco tiempo será presidente de alguna compañía del Grupo Caja Madrid, encabezada por su padrino político
Rodrigo Rato, y vuelva como Ministro en un posible Gobierno de
Mariano Rajoy, deja a un Gobierno muy político, pero aseado. ¡Aunque algunos se enfrascan en la guerra de los espías tipo
Mortadelo y
Filemón o
Austin Power!
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Ahora bien,
Esperanza que tanto aboga y en algunos casos predica con el control del gasto, y el “pico y pala”, y aunque existan políticos muy trabajadores (habeilos hailos), que defienden sus ideas, y que intentan velar por nuestros intereses, cuando alguien se olvida del lema de la CAM, la Suma de Todos. Y todos es todos, hace que los ciudadanos creamos que la clase política es mediocre. Aunque Esperanza les bautice como mamarrachos.
Los españoles en general y los madrileños en particular, no sabemos quiénes son quienes nos representan y quizás la solución sea las listas abiertas, o que conozcamos los curriculums profesionales, antes de depositar nuestro voto. Güemes en su despedida ya dijo, que hay vida antes y después de la política. Está claro que para salir de esta grave situación económica se necesitan ideas y gente que conozca de primera mano la realidad socio-laboral y empresarial, y no aislarse en la burbuja del escaño.
Hubo alguien que dijo que “la política es el refugio para los que no sirven para hacer otra cosa”, pero
Platón ya dijo “que el hombre es el único animal politizado”. En política hay que contar siempre con los mejores. porque los ciudadanos queremos soluciones y queremos que la clase política estén cercanos al ciudadano y no cada cuatro años. Los ciudadanos no quieren que ningún hemiciclo, se convierta en el juego del y tu más…Los ciudadanos estamos hartos de corruptelas políticas, porque los ciudadanos queremos que nuestros políticos escuchen y que entre todos aportemos soluciones para salir del drama que supone la destrucción de empleo que estamos viviendo.