Legalización de la droga sería solución para el narcotráfico

"Soy de la opinión de que presidentes como Uribe, Calderón y otros, que tienen mucha autoridad moral, es hora quizás de que promuevan la legalización", subrayó el que fuera ministro de Relaciones Exteriores de México entre 2000 y 2003.

Dado que "Uribe está en vísperas de su salida del poder y a Calderón le quedan un poco más de dos años y medio en el Gobierno", Castañeda consideró que ambos mandatarios están en condiciones de dar un impulso a la despenalización, porque "ya no implica daño político para ellos".

"Cuando ellos (Calderón y Uribe) dicen que no se puede hacer nada sin EEUU, tienen razón, pero entonces lo que hay que hacer es convencer a EEUU" de la necesidad de legalizar el consumo de droga, explicó el ex - canciller.

Sobre la relación entre su país y Estados Unidos para combatir el narcotráfico, Castañeda aseguró que percibe "una cooperación quizás más activa que en el pasado", aunque "más contradictoria".

Al mismo tiempo que el Gobierno federal de EEUU "apoya más que antes" al Gobierno de México en su guerra contra el narcotráfico, "las autoridades estatales y municipales en muchísimas partes de EEUU están procediendo a una despenalización o legalización de la marihuana y/o de la heroína", afirmó.

El ex presidente de Bolivia, Jorge Quiroga, también presente en el foro en e que se enmarcó la conversación, señaló que "hace muchos años que se sabe que la legalización del consumo de drogas puede ser una solución".

"Yo francamente no lo veo factible. No veo factible que los grandes mercados de consumo tomen la vía sensata de despenalizar el consumo y penalizar la tenencia de armas en países como EEUU", recalcó Quiroga, que gobernó su país entre 2001 y 2002.

En su opinión, "la única manera de encarar el tema, dadas las restricciones que existen, es el esfuerzo conjunto, que es lo que no tenemos", pues "México solamente discute el tema con EEUU" cuando debería haber una mayor coordinación entre los propios países latinoamericanos para afrontar la cooperación entre los grupos narcotraficantes en todo el continente.

El gobernador del departamento de Nariño, Antonio Navarro, expresó también su escepticismo sobre la posibilidad de que prospere una eventual legalización de la droga en los países consumidores.

"Me contentaría con que en mi región deje de haber planta de coca y se vaya a otra parte", remarcó el gobernador. Navarro agregó que la solución al "problema de los cultivos ilícitos" pasa, entre otros caminos, por el "desarrollo rural para la población campesina", algo "esencial" y que constituye "una de las responsabilidades que el Estado tiene en América Latina".