www.diariocritico.com

¡Cuidado! Usted puede ser un rico...

viernes 21 de mayo de 2010, 12:35h
Dicen que resulta saludable que el humor ciudadano invada la vida política. Los españoles hemos hecho chistes -y muy buenos, a veces- sobre nuestros políticos probablemente desde los tiempos de los Reyes Católicos, porque es la espita que a veces permite sobrevivir entre los malos humores. Le digo a usted esto porque el correo electrónico y el teléfono móvil se me colapsan en estas horas con bromas sobre ‘los ricos’. Y sobre Zapatero, claro está.

¿Es usted un rico? Si me permite una referencia personal, en mi caso ya ni estoy seguro. ¿Me gravarán como a potentado por ser propietario -me queda ya poco de hipoteca- de una casa que se ha ido revalorizando y por tener un pisito allá en mi Cantabria natal? ¿Es rico el que tiene unos ahorrillos en acciones y no vive de alquiler? ¿El que lleva cuarenta años trabajando para conseguir algunos bienes que antes -quiero decir, hasta ayer mismo- eran considerados como ‘del montón?

Me temo, señor Zapatero, que los ricos están en otra parte. A lo que se está apuntando, y eso resulta peligrosísimo, es a las clases medias. El actual presidente del Gobierno y su equipo han logrado, en tiempo récord, irritar a prácticamente todas las capas de la sociedad: a los ricos de verdad, porque se les presenta, amenazadoramente, casi como los responsables de una situación económica de la que, es cierto, Zapatero no es ni el único ni el principal culpable, aunque  algo de culpa también tenga; a las clases medias, por lo dicho: van a pagar el pato; a los funcionarios, por lo que es obvio, lo mismo que a los pensionistas; a los trabajadores de base, porque sobre ellos se está cebando el paro...Total, que Zapatero ha logrado enfadar hasta al cántabro Revilla, hace pocas semanas su principal aliado periférico. Se ha quedado sin defensores en los medios de comunicación y sospecho que se ha empezado a cuartear la hasta ahora inexpugnable muralla del Partido Socialista.

El cuadro es bastante desolador en este cuarto de hora. La clase política, atenazada por la falta de ideas y por algunas corruptelas, simplemente se ha desconectado del ciudadano de la calle. Los sindicatos y la patronal están desprestigiados, y los primeros acabarán viéndose forzados, para mostrar que algo hacen, a convocar una huelga general, que me parece lo más inconveniente que se puede hacer en estos momentos. La Justicia vive sus horas más bajas y hasta los máximos órganos de apelación, el Supremo y el Constitucional, están hechos jirones. El estado autonómico, aplastado por el gasto, las desigualdades y ciertos excesos políticos, se tambalea.

Jamás me ha gustado ser apocalíptico ni catastrofista. Pero la situación no es precisamente buena, ni tampoco lo es, aunque a veces nos los presenten como modelos, en la mayor parte de los países de nuestro famoso entorno. Sospecho que toda una clase política europea, comenzando por supuesto por nuestro Zapatero, va a quedar abrasada por la coyuntura: será su grandeza, haberse achicharrado por haber tenido que adoptar las medidas más impopulares y duras que se han conocido en décadas. Pero eso no puede servir de consuelo, ni a nosotros, ciudadanos, ni a una clase gobernante que, simplemente, no está sabiendo gobernarnos.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios