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Importancia de los desastres naturales: inundaciones

Importancia de los desastres naturales: inundaciones

viernes 18 de junio de 2010, 21:58h

AGUA. Sustancia formada por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno, líquida, inodora e insípida, en pequeña cantidad incolora, y verdosa o azulada en grandes masas. Es el componente más abundante de la superficie terrestre, y más o menos pura forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es parte constituyente de todos los organismos vivos y aparece en compuestos naturales.

    A esta cumplida descripción del agua hecha en el diccionario de la Real Academia Española (1992), a la que dedica dos páginas enteras, aunque no ha mencionado a los lagos, podríamos añadir que su importancia y necesidad vital para los seres humanos es manifiesta. Necesitamos ingerir diariamente una cantidad de unos dos litros las Personas Mayores, por indicación médica. Que exista o no agua en un paraje lo convierte en habitable y verde o ecológico, o en un desierto tórrido de vida insoportable o difícil.

   El agua es como “la tierra agrícola” de océanos, mares, ríos, lagos, estanques y piscifactorías, en los que viven peces que nos sirven de alimento. Medio de comunicación empleado por barcos, movidos a vela o con motores que utilizan variados combustibles. Lugar de solaz y disfrute humano en costas, playas y piscinas. Por contraste, es también espacio estratégico utilizado para viajar pacíficamente, y en el que armadas de barcos de guerra luchan y hunden a sus enemigos. Al igual que lo realizan en el marco terrestre y aéreo, tanto en operaciones civiles como bélicas, cuando la paz está transitoriamente ausente en sus relaciones.

El agua es multiforme y de una “personalidad” tal, que no faltan profesores de Derecho Internacional que lamentan que no fuera mencionada específicamente entre los Ocho Objetivos del Milenio, aunque esté incluida en el Medio Ambiente, que como séptimo objetivo señala: “Garantizar la sostenibilidad del Medio Ambiente”, y por lo tanto del agua.

Confieso que referirme al agua en cualquier aspecto, con su mágico poder desconcertante, me inclina a hacer consideraciones y proporcionar curiosos datos que extenderían mucho el artículo. Voy a limitarme a recordar que la Exposición de Zaragoza tuvo lugar del 14 de junio al 14 de septiembre de 2008, convertida en escaparate mundial de la innovación para el Desarrollo Humano y la Sostenibilidad. Le dediqué dos artículos en el año 2008 en la web Diariocritico.com. Y me permito mencionar al lector que la revista National Geographic, en su número de abril de 2010, dedicó una edición especial titulada “Agua. Un mundo sediento“, en la que figuran interesantes artículos, editoriales, datos del agua dulce en el mundo, con un total de 35 trillones de litros, por estar nuestro planeta cubierto de agua, pero más del 97% salada y casi el 2% convertida en nieve y hielo. Para regar nuestros campos, refrigerar nuestras centrales eléctricas y suministrar a los hogares agua para beber y para bañarse, sólo queda una cifra menor del 1%.

Lluvias primaverales

    Las lluvias primaverales de estos días, por su carácter torrencial, caídas en grandes cantidades durante cortos espacios de tiempo, han provocado en España y otros países europeos, como Francia, inundaciones que, como todos los Desastres Naturales, han llevado a las familias humanas muerte, sufrimiento y lagrimas, al perder su casa y en ocasiones todas sus pertenencias.

    Al parecer, estos daños han sido mayores de lo que es normal en esta época, por un fallo humano. Una calificación del pronóstico de las lluvias no acertada, para que los ciudadanos pudiesen adoptar las medidas de protección necesarias para prevenir y tratar de paliar los efectos de las aguas torrenciales.

   Si es cierto que ha sucedido de esta forma, las autoridades responsables del estudio del clima y del pronóstico del tiempo deberán adoptar las medidas para que no vuelva a ocurrir y sancionar a los responsables. No basta pidan excusa de su equivocación o negligencia. Ha habido muertos y debe intervenir la Justicia.

   Tampoco sería ocioso que los presentadores por radio y televisión de los programas “El tiempo” cambiaran la forma de transmitir su mensaje: hablan demasiado rápido y dan demasiada cantidad de noticias a quien les escucha o sigue por televisión, y quizás pronostican para demasiados días. Son programas un tanto “agobiantes”, que parece tienen prisa en concluir pronto. El espectador, que normalmente realiza otra actividad mientras escucha o contempla la televisión (suele ser a la hora de comer), no se entera de lo fundamental en relación al tiempo.
 
Desastres Naturales meteorológicos e hidrológicos.

    Existen los siguientes: nieve; hielo; lluvia intensa (acción de caer agua de las nubes con fuerza en un espacio limitado de tiempo. Puede producir inundaciones); granizo; tormenta (perturbación atmosférica violenta acompañada de aparato eléctrico y viento fuerte, lluvia, nieve o granizo); inundación (acción por la que el agua cubre los terrenos y a veces las poblaciones); ola de frío; ola de calor; viento fuerte; manga marina (columna de agua que se eleva en el mar con efecto giratorio a causa de un torbellino atmosférico); ciclogénesis explosiva o “bomba meteorológica” de efectos explosivos o “borrasca perfecta”; temporal marítimo (tormenta grande en el mar, con vientos de extraordinaria fuerza); ciclón tropical o huracán; incendio (poblado, urbano, forestal).

    También existen los Desastres Naturales climatológicos, como la sequía (tiempo seco de larga duración); y la desertificación (transformación de amplias extensiones de tierras fértiles en desiertos).

    Ante la larga lista expuesta, fácilmente se comprende es necesario organizar con mayor eficacia la disminución de los daños que nos causan los Desastres Naturales de todo tipo. Es una necesidad urgente de Naciones Unidas.

El Agua, Desastre Natural.

   El comportamiento del agua en relación con los humanos, cuando actúa con la etiqueta característica de Desastre Natural, causa el mismo pavor, daños y destrozos que los demás Desastres, y es preciso estar organizado previamente y actuar con las características generales propias de estos hechos tan lesivos para la Humanidad. Como producen autenticas situaciones de crisis donde tienen lugar, han de funcionar “gabinetes de crisis” previamente organizados, para adoptar las primeras medidas de urgencia de forma coordinada y efectiva. Las improvisaciones en situaciones trágicas de emergencia producen mayor confusión por la emotividad de los sentimientos, que trastocan las actuaciones de socorro y ayuda.

   Muchas de las acciones posteriores realizadas por personas que de buena fe querrían colaborar causan efectos colaterales adversos, que aumentan los que se están produciendo o ya ha causado la Naturaleza.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM)
 
    Es un Organismo Especializado de Naciones Unidas del tipo de Cooperación Técnica, con sede en Bruselas, que se vinculó a Naciones Unidas el 20 de diciembre de 1951. Son miembros todos los Estados que tienen organizado el Servicio Meteorológico. Cuenta con un Congreso Meteorológico Mundial, como órgano supremo, y un Comité Ejecutivo (para llevar a la práctica las decisiones del Congreso), las Asociaciones Meteorológicas Regionales, las Comisiones Técnicas y una Secretaría.

    Las finalidades de la OMM son facilitar la creación de redes de estaciones meteorológicas, intercambiar informaciones, intensificar la aplicación de la meteorología a la aviación, la navegación marítima, agricultura y otras actividades humanas, y fomentar la investigación y enseñanza de la meteorología.

    En el libro que he escrito titulado Ecología. Más allá del Cambio Climático, propongo que Naciones Unidas, tras la proclamación de la “DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LA CONDUCTA HUMANA ANTE LA NATURALEZA (Desastres Naturales, Medio Ambiente y Cambio Climático)”, tendrá que crear el Organismo Especializado para poder llevarla a la práctica. Tal vez pueda denominarse “Organización Mundial de las Relaciones del Hombre con la Naturaleza” (OMRHN), que incluirá los “Cascos Verdes” especializados para actuar en Desastres Naturales. También deberá incluir algunos organismos, como la OMM, para que, con vistas a posibles Desastres Naturales causados por fenómenos meteorológicos, se puedan tomar medidas correctas para avisar y alertar a autoridades estatales, regionales y locales, así como a los ciudadanos, de los peligros que se avecinan.

    Y por último, conviene no olvidar que los cuerpos humanos contienen mucha agua, de bebés ¾ partes de su cuerpo. Debemos usarla racionalmente y no contaminarla. Pero cuando el agua actúa como un Desastre Natural, tiene un poder y fuerza para causarnos sufrimientos y destrozar infraestructuras con la misma intensidad que los Desastres Naturales. Ante ella, también debemos estar organizados y precavidos.

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