El accidente se produjo el viernes en la noche en la provincia de Kivu Sur (este del país), cuando el vehículo volcó en el pueblo de Sange y varias personas se acercaron a intentar recoger la gasolina que se derramaba, según ha explicado Marcellin Cisambo, gobernador de la región. "Algunos estaban tratando de robar el combustible, pero muchos de los muertos estaban en sus casas viendo el partido [del Mundial]", aseguró Cisambo. Al parecer, la gasolina se esparció por el centro del pueblo y se incendió, lo que causó graves daños en decenas de casas, construidas de barro y paja.
El conductor del camión, que provenía de Tanzania, resultó herido, pero salió con vida del accidente. El número de muertos aumentará probablemente, pues varios de los heridos sufren graves quemaduras. Un portavoz del Gobierno local cifró las víctimas en 199 fallecidos y 212 heridos. Pero un responsable de Cruz Roja en la zona, Désiré Yuma, elevó el balance a 230 muertos y 214 heridos. La organización ha llevado medicinas y bolsas para cadáveres a Sange, y ha trasladado a heridos a los hospitales más cercanos. "Los cuerpos están calcinados. Es horrible", relató un agente de seguridad de Naciones Unidas.
La localidad de Sange se encuentra a 70 kilómetros al sur de la capital provincial, Bukavu, en la carretera que une la ciudad con la localidad de Uriva, cerca de la frontera con Burundi.