Primero ladran, luego cabalgamos
lunes 05 de julio de 2010, 12:49h
Pasados unos días del fallo del Tribunal Constitucional en el que se recortan catorce artículos del Estatuto de Cataluña y se reinterpretan 27 artículos más, en Cataluña ha habido tiempo para dar lugar a un sinfín de reacciones políticas, institucionales y cívicas. Las ha habido de todo tipo, pero esta vez el denominador común ha sido que Cataluña es una nación y que quiere decidir por ella misma. Sin duda una de las reacciones más representativas ha sido la del ex-presidente Jordi Pujol (persona que desde siempre ha trabajado para la cohesión social del Estado español y al mismo tiempo para el reconocimiento del nacionalismo catalán y sus peculiaridades) en la que hoy mismo ha afirmado que: "Si para ser español no se puede ser catalán, me doy de baja”, respondiendo así a las declaraciones del Presidente Zapatero. En concreto, éste ha roto su silencio con una afirmación muy clara: “la sentencia es el final del reconocimiento de la identidad de Cataluña”. Así, sin más, el Presidente del Gobierno da carpetazo al Estatut y lo archiva como documento definitivo para las aspiraciones de la mayoría de los catalanes, como las de Pujol. De este modo es normal que en Cataluña haya una gran parte de la población desorientada. Pero una cosa ha quedado muy clara: Primero, el próximo día 10 de julio saldrán a la calle a ladrar y, después, dado que parece que no hay un caballo con el que poder cabalgar, muchos se preguntarán, si, tal vez, lo mejor sea andar solos.
Si (
No(
