La Feria de Día de Santander introduce un concurso de pichos de países europeos

Se trata de la única novedad de esta tercera edición de la feria que se ha presentado este jueves en rueda de prensa por el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y por el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), Emérito Astuy.

   Ambos coincidieron en que la feria ha sido una causa "importante" del proceso de transformación "en positivo" de la Semana Grande de Santander y que ha supuesto "un antes y un después" de la misma.

   Las casetas serán 61, como el año pasado, y se instalarán en nueve puntos: la Alameda de Oviedo (Primera y Segunda), plazas de Juan Carlos I, Ayuntamiento (en lugar de Cachavas), Alfonso XIII, Jardines de Pereda, Pombo, plaza del Cuadro, Puertochico y parque de Mesones. Habrá baños públicos y servicio de limpieza.

   El horario de apertura será de 12.00 a 00.30 horas, excepto los festivos y vísperas, que se prolongará hasta la una de la madrugada. Este horario pretende preservar el derecho al descanso de los vecinos, como también los limitadores de decibelios que se instalarán.

   El precio del pincho y bebida de feria será de 2,5 euros y no se podrán servir bebidas de más de 18 grados de alcohol ni de más de 35 centilitros de capacidad.

   Como novedad y de forma voluntaria, las casetas podrán participar en el concurso de mejores pinchos de Santandeuropa, elaborando tapas del país europeo que por ubicación les corresponda dentro de la iniciativa 2016. También podrán decorar las casetas con motivos del estado de la UE en que encuentren. En total, se repartirán 3.000 euros en premios.

   Astuy aseguró que la Semana Grande "ya no tiene nada que ver con lo que era antes" gracias a las casetas y destacó que la feria de día es "importante" para el sector, no sólo para los 61 participantes sino para el resto ya que "dinamiza la hostelería en general".

   El presidente de la AEHC aseguró además que se ha conseguido que los turistas vengan a Santander "por un motivo más", algo que "era impensable hace años", y en este sentido manifestó la intención de la asociación de convertir la feria en un "referente nacional".

   Indicó que en esta ocasión se ha insistido en la "calidad" de los pinchos y de los servicios (limpieza, seguridad, etcétera) como "elemento diferenciador" de otros eventos similares, y apuntó que se estima que se crearán unos 600 puestos de trabajo temporales entre personal de limpieza, seguridad, repartidores, servicios auxiliares, etcétera.

   El año pasado, la feria vendió más de un millón de pinchos y pasaron por ella "cientos de miles de personas", un comportamiento "inmejorable" para los hosteleros, concluyó.