www.diariocritico.com
Éxito sin complejos

Éxito sin complejos

lunes 19 de julio de 2010, 23:04h

"En nombre de mis hijas, Arlindo, muchas gracias por todo lo que ha hecho por el país"

Hace dos domingos me sucedió algo que me conmovió tanto que quiero compartirlo con ustedes, mis lectores, como lo he hecho en privado con algunos amigos:

Fui al supermercado y cuando entré a la sección de legumbres y vegetales vi a un señor cortando y empaquetando auyamas: era Arlindo da Gama, uno de los dueños de la cadena Excelsior Gama. ¡Cuánta admiración sentí por él en particular y por todos los que han venido de otras latitudes a enriquecernos con su trabajo!

Me quedé un rato observándolo. Amablemente atendió y tuvo una sonrisa para todos quienes se le acercaron. Finalmente me le acerqué yo. Lo había conocido en una cata de vinos hacía un año, cuando nos presentó un amigo común: "En nombre de mis hijas, muchas gracias por todo lo que ha hecho por el país", le dije. Le conté cómo él y sus jóvenes parientes habían sido un ejemplo para nosotros cuando éramos pequeños e íbamos con mi mamá al Abasto Excelsior que quedaba en Los Palos Grandes y ella siempre nos hacía notar que esos muchachos tan jóvenes ya estaban trabajando.

"Por favor, no se vaya a ir de Venezuela", le dije. "¿Irnos?", me respondió. "¡Claro que no nos vamos a ir, si ahora es cuándo!". Ese episodio me recordó un día que yo estaba hablando con Francisco Rodríguez en su oficina de Festejos MAR en La Florida, y él veía por la ventana a un muchacho que lavaba platos en una batea que había en el patio. "¡Ese muchacho no sabe lavar platos", dijo. Se quitó el saco, se arremangó la camisa y fue a enseñarle cómo se debían lavar. Era la misma actitud de Filippo Sindoni cuando recorría las instalaciones de Pastas Sindoni.

¡Cuánto nos queda por aprender de nuestra inmigración trabajadora! Una reforma constitucional debería ser permitirles ser presidentes de la República. Esos hombres y mujeres han construido parte importante de lo bueno que tenemos en Venezuela. Son personas que han trabajado -y siguen trabajando- sin complejos y con éxito, porque no sienten el trabajo como algo que denigra ni como un castigo.

Haber visto a Arlindo da Gama un domingo cortando y empaquetando auyamas -que no es otra cosa que seguir apostando por Venezuela desde lo más simple a lo más complejo- me llena de entusiasmo. Para usted señor da Gama, este pequeño homenaje de respeto y admiración.

 http://eldomodelaoca.blogspot.com

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios