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Recompensa electoral

Recompensa electoral

viernes 18 de mayo de 2007, 11:01h
TITO B. DIAGONAL
Barcelonés de alta cuna y más alto standing financiero, muy apreciado en anteriores etapas de este diario, vuelve a ilustrarnos sobre los entresijos de las clases pudientes.
Como quiera que hoy, 17 de mayo, aparte de ser The Day after of Seviglia Championship, es el Día de Internet, me ha dado por curiosear un poco en la Red (vamos, como cuando hago que Damián, mi valet de chambre, deje en mis manos el volante del Rolls Royce Silver Shadow) y, claro, me he quedado asombradísimo de algunas de las cosas que puedes encontrar. Como un correo de mi sobrino Luis Edua, en el que, con su habitual desenfado, me pasaba un corte que no resisto a reproducirlo tal cual, incluso sin censura eclesiástica:  “Más de uno va a querer empadronarse en alguna ciudad belga después de que una candidata al senado de este país haya ofrecido 40.000 felaciones a todos los que se inscriban en las listas de su partido. Tania Dervaux, candidata y cabeza de lista al senado belga por el partido NEE, estaba cansada de las promesas ridículas de empleo que ofrecían sus contrincantes políticos. Por eso participó en una campaña en la que aparecía desnuda prometiendo 400.000 trabajos. Pero no fue suficiente para sus votantes, que pidieron por medio de miles de correos electrónicos que fueran, en vez de jobs (empleos), 400.000 blowjobs (mamadas).Dervaux, que debe ser un poco fresca, ha accedido a tales ruegos, aunque con sus condiciones: no serían 400.000 sino 40.000 las felaciones que realizará; para lo que tardará, según sus cálculos, 500 días a 80 sesiones diarias de cinco minutos. Para inscribirse sólo hay que apuntarse en esta página. Los candidatos deben ser mayores de 18 años, poner ellos los condones, no exigir nada más de lo que ella quiera hacer y no, atención, pedir que la felación sea más profunda. Además, ella puede rechazar el servicio por razones de higiene”.

¡Dios Santo!, no me extraña que el Papa Ratzinger haga tantos llamamientos en contra del relativismo moral y del hedonismo, del desmadre y el despadre sexuales que caracteriza esta época. Un horror, amadísimos, globalizados, megaletileonorisofiados y excitados niños y niñas que me leéis. Y menos que  mademoiselle Dervaux, pese a su evidente y lúbrica lascivia, digamos que se contiene y se mantiene en terrenos de una cierta ortodoxia sexual, que, por ejemplo, no habla para nada de sustituir la felación por una sesión de beso negro, lluvia dorada o coprofagía.

Sí, ya sé que la candidata Tania Dervaux es de Bélgica, ese pequeño país, conocido por ser su capital, Bruselas, la sede de la Unión Europea, por sus chocolates –francamente recomendables--, el escaso ingenio de sus habitantes, tanto flamencos como valones, y el aburrimiento como norma de vida. De ahí, quizá, vengan esas estremecedoras historias de pederastia y malos tratos a la infancia. Pero, aún y así, en un mundo globalizado y sin fronteras, quizá el mal ejemplo de la candidata prenda en España, la Hija Predilecta de la Iglesia, ahora que estamos en la mitad de la campaña electoral. Que tanto los sociatas, como los peperos y todos los demás partidos, ya no saben qué hacer para captar la atención de los votantes. Y esta, pequeñines/as míos/as, es una posibilidad que me aterra.

¿Os imagináis lo que sería que cualquiera de los candidatos se comprometiera a pasarse 500 días felando sus respectivos miembros a 40.000 de sus votantes? Seguro que sacarían el eslogan de “Un voto, un casquete”... Claro que la cosa podría todavía ir a peor... Imaginaos que alguno de los candidatos opta por algo más hard core como la sodomía pasiva. Al final del primer mes, su esfínter anal, dilatado, tendría tanta anchura como una autopista de tres carriles.

Y, de cundir este pernicioso ejemplo belga como instrumento de márketing electoral, ¿qué tendría que hacer el PePé, el partido de la gente sensata y decente? ¿Perder votos o, por el contrario, deslizarse por la perniciosa pendiente de la sexualidad? Claro que, como mal menor, quizá optasen por algo más soft, aunque igualmente reprobable en el orden moral. Me estoy refiriendo a la masturbación, a la gayola... Seguro que el candidato pepero catalán, con el sentido práctico que caracteriza a los hijos de la industriosa Cataluña, sólo necesitaría –de no ser manco o tullido—250 días para completar el cupo de 40.000 masturbaciones.  No deja de ser un consuelo...




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