Da la casualidad de que el 25 de mayo -fecha de inicio de la Feria del Libro de Madrid- es el Día Mundial de África, continente al que se le dedicará el evento porque
“se recrea demasiado en las primeras páginas de los periódicos esa problemática, que es la real, de los cayucos y las pateras, pero hay otra África, evidentemente, muy rica culturalmente”, comenta
Teodoro Sacristán, el director de la feria, a Diariocrítico.
Pero
“la feria es una feria de venta ante todo”, apunta Sacristán. Para la comercialización de las obras hay que acercarlas a los lectores y es que
“el sector del libro vive un momento complicado”, ha denunciado
Pilar Gallego, la presidenta de la FML. Sacristán concreta: este
“mal momento” se debe a que los pequeños establecimientos se encuentran desprotegidos frente a la enorme competencia de las grandes superficies.
Ese mismo sentimiento tienen muchas pequeñas editoriales -que no han podido entrar a formar parte de este conglomerado- y lectores empedernidos porque, como de costumbre, imperarán los 'best-sellers' y se relegará la calidad literaria: La organización del evento se desentiende de las obras que cada editorial exponga para su venta y
“cuando el dinero se entremete ocurre que la literatura pasa a un segundo plano”, comenta
Daniel Jiménez, librero de Madrid.
La feria de Madrid es la más grande, a la que más gente va… En cantidad ganamos. ¿En calidad?