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Aumentan las voces en Nueva York a favor de ubicar la mezquita lejos de la zona cero

viernes 20 de agosto de 2010, 04:39h

La polémica generada por la futura construcción de un centro cultural cerca de la zona cero, en Nueva York, donde está prevista la creación de una mezquita, entre otras instalaciones, se acrecienta día a día, donde empieza a ganar fuerza la propuesta de que sea ubicada en otro lugar de la ciudad.

"Es una cuestión de sensibilidad. Si te quieres erigir como sanador, no te puedes situar junto a quienes están alimentado asuntos que dividen", dijo hoy en un programa de radio Rudolph Giuliani, cuyo liderazgo como alcalde de Nueva York cuando se cometieron los atentados del 11 de septiembre de 2001 dio la vuelta al mundo.

Giuliani argumentó: "Yo fui el primero que el 11-S dio un paso adelante y dijo 'nada de culpar a los árabes', pero la realidad es que si ahora mismo quieres ayudar a sanar, no respaldas este proyecto".

De la misma opinión es el gobernador del estado de Nueva York, David Paterson, quien un día más ha abogado por construir el centro en otro lugar que no esté tan cerca de la zona cero, donde, en cualquier caso, ya existen varias mezquitas y nadie ha levantado su voz contra ellas.

"Yo ya me he puesto a su disposición para encontrar una solución. Ahora es opción suya", aseguró Paterson respecto a su propuesta de reunirse con los impulsores del proyecto, llamado Park51.

Estos últimos argumentan que Park51 está llamado a ser un centro islámico cultural y comunitario abierto a toda la vecindad, que ocupará un edificio de nueva construcción de 17 plantas y en el que la mezquita será una instalación más, que será gestionada por la asociación Córdoba Initiative y la American Society for Muslim Advancement.

Para defender sus argumentos, los responsables de Park51 han emprendido una amplia campaña de información a través de redes sociales como Facebook y Twitter, donde siguen de cerca las críticas recibidas y tratan de contestar a las preguntas y observaciones.

"Como estadounidenses, neoyorquinos y gente de fe, nosotros -los hombres y mujeres que estamos detrás del controvertido proyecto que algunos han bautizado como 'la mezquita de la zona cero'- apreciamos y apoyamos profundamente la defensa que ha hecho el alcalde de los derechos y las libertades de todos", dicen en su página de Facebook.

Sin embargo, dicen ser conscientes de que "muchos neoyorquinos y estadounidenses aún tienen dudas y preocupaciones" sobre el proyecto e insisten en que es "una inversión en el futuro de la ciudad" que "traerá puestos de trabajo, lugares de reunión muy necesitados, aulas y un auditorio de 500 plazas en el bajo Manhattan".

Park51 incluirá clases de arte y cultura musulmana, de cocina y otras ofertas recreativas", según sus impulsores, que dicen seguir el modelo de la popular YMCA (Asociación Cristiana de Hombres Jóvenes, por sus siglas en inglés), de origen protestante y cuyos programas e instalaciones están abiertos a todo el mundo.

"Las futuras instalaciones incluirán un espacio dedicado a mezquita, abierta a los miembros de Park51 y a todos los neoyorquinos, así como salas de meditación, espacio de encuentro para diferentes religiones y tradicionales instalaciones recreativas", explicaron.

Aún así, el arzobispo Timothy Dolan, el líder de la Iglesia Católica en Nueva York, también ha defendido que lo más oportuno sería buscar otro emplazamiento y recordó que Juan Pablo II ordenó en 1993 la retirada de las monjas carmelitas de un convento en el campo de concentración de Auschwitz ante las protestas de líderes judíos.

"Él fue quien dijo 'Mantengamos la idea, cambiemos la dirección'. Allí funcionó; aquí podría funcionar", apuntó el miércoles la cara más visible de los católicos en este país para sugerir que los responsables de Park51 acepten trasladarse a cualquier otro lugar que no sea a dos manzanas de la zona cero.

En una entrevista con la emisora de radio WCBS, el arzobispo reiteró hoy su defensa de los derechos de los musulmanes, pero indicó que los impulsores del proyecto deberían escuchar a quienes lo consideran una afrenta a la memoria de las víctimas de los ataques, de los que en menos de un mes se cumplirán nueve años.

"Creo que quienes se preguntan acerca de lo acertado de la localización de la mezquita, cerca de un sitio tan herido, se plantean cuestiones legítimas que merecen ser atendidas", argumentó el religioso

Mientras en el área de la polémica, algunos trabajadores encargados de la reconstrucción de la zona cero llevaban hoy mensajes en contra de la mezquita escritos en sus cascos y sus chalecos reflectantes.

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