El Bulli en San Telmo

Bueno, se acabaron las vacaciones y terminó mi periodo de gracia en el que les prometí dejar tranquilos a los políticos. Y anda que empezamos bien el curso político. Ya les conté que Griñán llamadme Pepe estaba de mudanzas durante todo el mes de agosto para ir directamente a San Telmo a su vuelta de vacaciones. Todos estos días, durante mis caminatas matutinas, me he topado con los mismos pequeños camiones en la puerta de la Casa Rosa y en la calle Palos de la Frontera trasladando no enseres, que en el palacio los han comprado nuevos y caros a tono con el edificio, sino papeles para que el miércoles, 1 de septiembre, todo estuviera listo en el antiguo Palacio de los Montpensier para celebrar el primer Consejo de Gobierno de la restauración socialista postchaviana. Me da a mí que como esto siga así, San Telmo va a ser para Griñán llamadme Pepe lo que San Petesburgo para los zares rusos, el palacio de invierno. Ya sólo falta la revolución popular que los desaloje de sus centros de poder, de los que el Palacio de San Telmo es el paradigma del derroche de una Junta que pide austeridad a casi un millón de parados y dilapida fondos públicos a diestro y siniestro (mucho más a siniestro, claro).

Y es que conforme pasa el tiempo se van descubriendo nuevas posibilidades al emblemático edificio que albergó al antiguo seminario diocesano y a la Universidad de Mareantes. Hasta ahora sabiamos que la Junta de Andalucía se había gastado oficialmente unos cincuenta millones de euros (casi diez mil millones de las antiguas pesetas) en la última restauración adquiriendo muebles, cortinas, stores y lámparas de diseño de miles de euros y colocando en los suelos mármoles de Carrara y Macael. Ignoramos cuánto ha costado el apartamentito destinado al presidente que él dice que no va a ocupar, lo que sí acabamos de enterarnos es que, según denuncia el PP, se ha gastado la friolera de 45.000 euros en la cocina del Palacio.  Todos los analistas políticos coincidimos en que Griñán llamadme Pepe siempre ha estado apartado de las cocinas del PSOE y, resulta que ahora, cuando ha alcanzado el poder de rebote y sin que las urnas lo hayan aun respaldado, ha decidido colocar "las cocinas" cerca de sus comedores. Y no cualquier cocina, sino una de lujo digna del mismísimo Ferrán Adriá.

Dicen los que le conocen (yo aunque le conozco desde hace más de veinte años aún no he tenido la oportunidad de entrevistarle aunque lo solicité hace ya cinco meses) que Griñán llamadme Pepe es un exquisito en lo que a cultura se refiere. Sabiamos que le encanta la música clásica, la ópera y el cine de Visconti. Lo que ignorábamos es fuera también todo un gourmet. Hasta ahora los anteriores presidentes de la Junta de Andalucía y secretarios generales del PSOE andaluz, tanto Borbolla como Chaves siempre habían contratado un catering local para las invitaciones oficiales del 28-F. Ya fueran en San Telmo o en los Reales Alcázares, las copas las servían los de siempre, ya saben Robles, Juliá, Miguel Angel o Bodegas Campos. A partir de ahora imagino que Griñán llamadme Pepe contratará un cocinero de su absoluta confianza para esa cocina de lujo. Y qué menos que uno que tenga al menos tres estrellas de la Guía Michelín. Lo dicho la próxima copa del Día de Andalucía en el renovado Palacio de San Telmo la va a servir nada más y nada menos que El Bulli. Así que les aconsejo a todos los que tengan el honor de ser invitados (como saben yo siempre me he visto obligado a colarme) que vayan preparados y entre el acto del Maestranza y la invitación de San Telmo, se pasen por algún bar que les coja de paso y pidan unas tapitas de pringá, porque nos pueden poner de tortilla de patatas deconstruida y gazpacho gaseoso hasta los mismísimos ojos. Es lo que tiene el buen rollito de la modernidad, de la amistad con el honorable Josep Montilla...y del control del gasto. ¡Basta ya de horteradas provincianas como el jamón de pata negra, las gambas de Huelva  o la caña de lomo. A partir de ahora, lo dicho, "carpaccio de pétalos de rosa secadas con secador de pelo e impregnadas con esencia de alcachofa" o el "bocata de merengue de manzana moldeado en forma de baguette relleno de manteca de miso y  nueces" o los "camarones gallegos cocinados al vapor con algas y con aceite de té verde, acompañados con anémonas marinas servidas con caviar" (sic) (estos tres ejemplos están sacados del menú que El Bulli oferta en 2010).Es lo que hay. Agua y ajo.