Laporta: expolio o independencia

Contra  el expolio económico español a Cataluña solo hay una solución: declarar de independencia catalana. Este es el mensaje directo y simplista del expresidente del Barça, Joan Laporta, al hacer su salto a la política activa al frente del nuevo partido Solidaritat Catalana para la Independencia.

Un lenguaje tan claro y decidido, el más populista de las formaciones políticas que concurrirán en las próximas elecciones catalanas, tiene fuerza para arrastrar votos no solo de los catalanes autóctonos sino también de los integrados procedentes de la inmigración. Toca directamente el bolsillo de todos los ciudadanos.

Será ilusoria, además de fuera de la legalidad,  la promesa de declararse  unilateralmente como Estado independiente, por lo cual no forma parte, expuesta de esta forma, de ningún programa electoral de los partidos catalanes con representación parlamentaria. Saben que no es viable ni creíble.

Ni las dos grandes fuerzas políticas con posibilidades de gobernar, el Partit Socialista de Catalunya (PSC), ni Convergència i Unió (CiU), como tampoco Esquerra Republicana, ponen como eje central de su campaña este lema laportista. Saben que, además de suponer la división de la sociedad catalana, a la basca, no es suficiente para llegar a gobernar. Esto es más complejo que la proclamación de un atractivo slogan.

Pero ello no significa que esta populista proclamación no pueda atraer bastantes votos. Laporta puede tener más votos de lo que se cree. Por ello extraña que ni desde el PSC –defensor del Estatut d’Autonomia- ni desde CiU –no independentista i partidaria del realismo gradualista- no haya respuestas convincentes al simplista planteamiento de un recién  llegado a la política y se dejen marcar un gol por el expresidente de un Barça triunfal.

Ni siquiera desde el Estado se presentan argumentos convincentes para dar respuesta al dilema “expolio o independencia”. Aquí pasa algo: o no hay respuesta o no hay atrevimiento.

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