Comienza la semana de la huelga general con perspectivas de fracaso sindical

Ahora bien, ese 'fracaso' de los sindicatos ante las perspectivas de que apenas un 20 o 30% de los trabajadores secundarán la huelga este miércoles, no se venderá desde el Gobierno como una victoria. Al contrario. La estrategia será la discreción y, a partir del día siguiente, y como ha manifestado Zapatero, comenzar la 'reconquista' de los acuerdos con los sindicatos.

No está así percibido por los propios sindicatos, quienes insisten en que el paro general será un éxito en contra de las políticas del Gobierno en lo laboral. Pero tanto en CCOO como en UGT conocen internamente las perspectivas de seguimiento de la huelga y ya han comenzado a argumentar el posible fracaso. Uno de los puntos será que los trabajadores temían perder su puesto de trabajo.


Servicios mínimos y piquetes

Precisamente por ello, los sindicatos saben que deben hacerse fuerte en la jornada del 29 para impedir que los transportes puedan llevar muchos trabajadores a su puesto, lo que marcaría claramente las estadísticas de seguimiento de la huelga. Fácil se lo han dejado algunas comunidades autónomas como la de Madrid, que al imponer unos servicios mínimos extraordinariamente altos, del 50%, es posible que la protesta se generalice.

En cuanto a la presencia de piquetes, los sindicatos cuentan con que será otro factor determinante en el sector de la industria, así como en polígonos y lugares más fáciles de controlar por su parte. Los sindicatos cuentan con ese factor para darle la vuelta a la situación, que se muestra complicada pese a la conflictividad social y el nivel de hartazgo ante unas cotas de paro altísimas (20%) y una reforma laboral que también ha sentado muy mal a los trabajadores.


En Diariocrítico

Los lectores de Diariocrítico lo tienen claro: sólo un 15% secundará la huelga, tras más de una semana de votaciones abiertas en nuestro periódico. Pero no piensen que el 85% restante está a favor del Gobierno. Sólo el 35% tiene claro que no hará la protesta porque entiende que las reformas económicas que han causado el malestar sindical eran necesarias. Mientras tanto, un 48% reconoce que no secundará la huelga general únicamente por el motivo de de que debería renunciar al salario de esa jornada.





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