El candidato republicano se muestra pesimista ante la renegociación prevista para 2013
Joan Puigcercós enreda de nuevo defendiendo lo indefendible con tal de salvar la imagen del tripartito que gobierna en Cataluña. Esta vez, el presidente de ERC y candidato a la presidencia de la Generalitat -o, quien sabe, a formar parte de un nuevo Ejecutivo de las mismas características si las tres formaciones vuelven a sumar- lo ha hecho, como tantas otras, con el pacto de financiación entre Cataluña y el Estado. Ha dicho que "es el más ambicioso" que permitía el marco estatutario. Sin necesidad de entrar ahora en la farragosidad de los números, hay cuestiones que sí entran por su lógica. El Estatut es ley y las leyes no se negocian, se cumplen. Si, aún así, los números ha habido que negociarlos quiere decir que no se ha llegado al máximo cumplimiento de esa ley -que es a lo que se acoge, siempre, quien se ve forzado a negociar; en este caso, Cataluña-. Por tanto, aún cabía más ambición. Se mire por donde se mire.
Para llegar a este punto ha habido que partir de la afirmación de Puigcercós en el sentido de que no comprará los bonos a particulares que emitirá la Generalitat porque, según ha dicho este jueves, no tiene dinero para comprarlos. Con todo, ha dado su visto bueno a la operación.
En una conferencia pronunciada en la Cámara de Comercio de Barcelona, el dirigente republicano ha aprobado la medida porque se trata de una decisión "racional" para captar recursos, y, además, ha celebrado que los beneficios serán para los ciudadanos que los compren y no para bancos o cajas.
Curiosamente, la portavoz de ERC en el Parlament y número 3 de los republicanos en las próximas elecciones, Anna Simó, había anunciado en su perfil de twitter que ella sí que compraría bonos de la Generalitat.
Puigcercós ha lamentado que los mercados financieros no confían en la deuda de la Comunidades Autónomas porque éstas no tienen control ni sobre su fiscalidad ni sobre su modelo laboral, por lo que ha entendido que la Generalitat impulse medidas como la emisión de bonos.
Preguntado por si esta emisión es el resultado de un mal pacto sobre financiación entre Cataluña y el Estado, el líder de ERC ha defendido que, pese a que el acuerdo no es "estratosférico", es el más "ambicioso" que permitía el marco estatutario.
En este sentido, se ha mostrado pesimista sobre la renovación de este pacto que Cataluña tiene que afrontar para el 2013, y ha defendido que la mejora financiera no pasa por seguir negociando con el Estado, sino por plantear abiertamente el debate sobre la independencia.
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