Como ya sabrán, desde que se conociera la fecha de las elecciones catalanas, el próximo 28 de noviembre, saltó cierta polémica porque coincidía con el partido de fútbol Barcelona-Real Madrid. La coincidencia de un partido tan crucial como éste -que genera tanta expectación y movilización de aficionados de ambos equipos- y la convocatoria electoral, así como las posteriores celebraciones políticas, se ha visto como un más que evidente problema de seguridad.
Después de generarse la controversia, se pidió a Mediapro, propietaria de los derechos de televisión, que cambiara el día del partido.
Jaume Roures, dueño de Mediapro, no mostró mucho entusiasmo y se dio por perdida la batalla. Meses después, y más cerca de la celebración de ambos acontecimientos, parece que algo se mueve... ¿por posibles presiones políticas? No se sabe. Pero se comienza a especular con que el partido, finalmente, se dispute el lunes 29, ya que desde hace un tiempo uno de los partidos de Primera División se disputa ese día para alargar la jornada y ganar un día de 'prime time' futbolístico en la tele.
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