Los socialistas: sí y no a los toros a la vez... y olé

¿Cómo se puede querer a dos mujeres a la vez, y no estar loco?, cantaba Machín. ¿Cómo se pueden mantener dos posturas a la vez respecto a un asunto tan polémico como las corridas de toros, y no estar loco? Pues muy fácil, elemental, querido Watson: los votos, son los votos. De ahí que los socialistas estén en contra de la Fiesta mayoritariamente en Cataluña, siendo cómplices de la la prohibición que sacaron adelante, con su ayuda, los grupos nacionalistas del Parlament. En esa comunidad, los toros son políticamente incorrectos.

De ahí que estén a favor de los toros en Asturias, eso sí, contradiciendo a su líder Zapatero, profundamente antitaurino, y no les importe unirse al PP -éste lo tiene claro: a favor en toda España- en defensa de los festejos taurinos ante la presentación de un proyecto para prohibirlos por parte del Bloque de Asturias, que cuenta con un sólo diputado. En el Principado, los toros no suscitan rechazo social ni son incorrectos.

Semejante esquziofrenia, una contradicción más de las muchas de los políticos,  semejante arrime del ascua a la sardina según en qué casos y cambiando de principios, puede ser lícita, pero también es éticamente reprobable y, claro, impresentable. Y olé.