Los parados cada vez más “equilibrados”

El nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, declaró estos días, a la vista de los nuevos y decepcionantes datos del paro en el mes de octubre, que “vamos lentamente, pero progresivamente, alcanzando la situación de equilibrio, en lo que se refiere al número de parados, con respecto a otros meses”. Yo, la verdad, no he entendido el significado de esta terminología, pero estoy tratando de buscar una explicación en el actual “mercado de trabajo”, porque nunca había oído a su antecesor Corbacho un vocabulario similar, y mira que utilizó términos abstractos todos los meses para explicar la debacle.

El colmo de un sindicalista es ir a una huelga general en contra del Gobierno y que le hagan a la semana siguiente ministro…de Trabajo. En la España surrealista de hoy todo es posible, pero en esta materia donde, como explicaba estos días el propio Diariocritico.com, en una muestra de de claridad y rigor, los parados no son los que nos dicen. Son muchos más y ya no se llaman parados que un término del siglo pasado, ahora se llaman Trabajadores en formación (TRAFOR), Personas Inactivas Buscadoras de Empleo (PIBEs), y Oferentes de Empleo, como los denomina la Junta de Andalucía en un alarde de cinismo.

Toda una terminología equívoca y digna del Celtiberia show en el que han convertido el mercado de trabajo, con tal de ocultar la cruda realidad de España: que estamos muy cerca de los cinco millones de personas que no trabajan.

Que cada vez hay más familias donde ninguno de sus miembros trabaja.

Que cada vez hay más personas que agotan todas sus prestaciones y siguen sin empleo.

Que cada mes que pasa se llenan más los comedores de Cáritas (por cierto, dependiente de la Iglesia Católica, que como ONG recibe del Estado mucho menos dinero que las ONGs dependientes del partido gobernante).

Decía Zapatero la semana pasada en el Congreso contestando a Rajoy,  que los españoles de hoy son más ricos que los que dejó el PP en 2004. ¿Se incluyen en esos más ricos a los casi cinco millones de parados que entonces no había?

El equilibrio de los parados es tan real que más del 40% de los jóvenes están sin empleo y sin expectativas de encontrarlo en breve plazo, según las propias encuestas oficiales.

Lo de menos es si somos o no líderes de Europa en todos los parámetros del paro, que lo somos. Lo peor es que nuestros jóvenes, sin duda los mejor formados en muchos años, están empezando a marcharse a otros países. Es decir, nos llegan inmigrantes sin apenas formación para el sector servicios o la construcción (cada vez menos) y se nos van los mejor preparados (cada vez más). Muchos universitarios con inglés u otros idiomas, con master, etc. se van a Estados Unidos, a Alemania o a Inglaterra ante la falta de empleo en España. Los que se quedan lo tienen crudo. ¿Cuántos años tardaremos en revertir esta situación? ¿Qué pensión cobrarán estos jóvenes que se tendrán que jubilar a los 70 años porque no tendrán a esa edad ni 30 años cotizados?

Un ejemplo de la tragedia: el Congreso de los Diputados ha convocado recientemente 30 plazas de “ujieres”, es decir, ordenanzas, y se han presentado varios miles de ciudadanos de todas las edades. Los aprobados son en su amplia mayoría arquitectos, geólogos, economistas, etc. Licenciados universitarios que a cambio de un empleo fijo llevarán con su elegante uniforme de trabajo, azul marino con bocamangas doradas, los papeles de una planta a otra y dejarán listas las salas de comisión para que no falte la luz, el agua o la megafonía a los señores diputados. Es decir, habrá “ujieres” que estarán mejor preparados que muchos de los diputados a los que sirven. Es el mundo al revés.

Ese es el verdadero “equilibrio” de nuestro actual mercado de trabajo. Y lo peor es que, como ha dicho el ministro en un alarde de sinceridad de político novato, seguiremos empeorando hasta el año 2012, que cambiará, según él, la tendencia.

Por cierto, ¿no son las elecciones generales en 2012?

Jesús Merino. Abogado.