Con políticos así Soria lo seguirá teniendo crudo

Que Soria nunca ha tenido mucha suerte con sus políticos es algo fácilmente constatable. Basta decir que, siendo la única provincia que ha tenido a dos ilustres paisanos por presidentes de la Junta -Jesús Posada, dos años; Juan José Lucas, casi diez-, sigue siendo la gran olvidada por parte de todas las administraciones.

Visto el nivel de sus políticos, no es de extrañar que los sorianos estén como están. Acabamos de tener dos ejemplos sumamente ilustrativos. Uno de ellos la forma con la que el subdelegado del Gobierno, Vicente Ripa, apostilló la “gracieta” del director general de Tráfico, Pere Navarro,  sobre los accidentes de tráfico provocados por animales salvajes. “Lo queremos tener todo. Una calidad de vida impresionante y que no haya accidentes por la irrupción de animales en la calzada”. Hace falta ser majadero para pronunciarse en esos términos tan solo días después de que los “privilegiados” ciudadanos de Soria se echaran por miles a la calle para denunciar el abandono que sufre la provincia.

También es para nota la reacción de la vicepresidenta y consejera de Medio Ambiente de la Junta, María Jesús Ruíz, tras el revés judicial sufrido en relación con la “Ciudad del Medio Ambiente”. En lugar de entonar algún “mea culpa” por el enésimo varapalo judicial que sufre su Consejería, a Ruiz no se le ha ocurrido otra cosa que lamentarse de que las organizaciones ecologistas se beneficien del principio de justicia gratuita. “Si no lo tuvieran,  habría menos litigiosidad”, ha dicho. Solo le ha faltado añadir que de esa forma su Consejería podría saltarse la ley con total impunidad.

Hace falta ser majadero para manifestarse como el subdelegado y una desfachatez sin límites para  hacerlo como la consejera. Con políticos de este porte Soria lo va a seguir teniendo muy crudo.