www.diariocritico.com

MODAS INFAMES Sáhara occidental

lunes 29 de noviembre de 2010, 15:46h
La zona que  barre  todo el norte de África, de occidente a oriente  desde el  océano Atlántico al mar Rojo, constituye el desierto más extenso del mundo,  que  se adentra unos 1.610 Km. en el continente, de norte a sur, y tiene una anchura de este a oeste de  unos 5.150 Km.  

Efectivamente, se trata del desierto del Sáhara. Si las enciclopedias no mienten, nos encontramos ante una inmensa extensión de tierras áridas  que, en conjunto, superan los 9,1 millones de kilómetros cuadrados (unas 20 veces  la extensión de España), y, de ellas, únicamente  207.200 son  oasis parcialmente fértiles.

La división política del desierto del Sáhara comprende amplias zonas de Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Mauritania, Malí, Níger, Chad y Sudán. Unos límites  que no están claramente definidos y en donde un país sin territorio propio, el Sáhara Occidental, lleva  luchando por hacerse un hueco  en esos  parajes  tan yermos  desde hace  cuatro décadas, -primero con España, el país colonizador, y más tarde con Marruecos, el país ocupante-.

Hoy parece mentira pero, en otro tiempo, el desierto del Sáhara fue una zona fértil  -hace 8.000 años se cultivaba mijo. Luego los agricultores fueron abandonando el territorio, poco a poco, a medida que se fue volviendo más seco por el fenómeno de la desertización. Hoy, prácticamente no se registran precipitaciones, ni hay agua en la superficie desértica, pero  existen enormes  reservas de agua en los  ríos subterráneos que, en el caso del Sáhara Occidental, nacen en el Atlas  y, cuando   encuentran  la forma de salir a superficie, dan lugar a frondosos oasis con miles y miles de palmeras.

Aunque en el Sáhara se distinguen tres áreas geográficas (el Sáhara Occidental; las montañas del Ahaggar,  y el macizo de Tibesti, en el centro; y el desierto Líbico, al este), es únicamente  una de ellas, el Sáhara Occidental,  el que  ha ligado indisolublemente su nombre al del inmenso desierto.

Responsabilidades

Hoy  el Sáhara Occidental, la ex colonia española,  constituye  el  único caso pendiente de descolonización en África. En sus 284.000 kilómetros cuadrados hay reservas energéticas, fosfato, minerales, y una gran riqueza marítima (nuestros pescadores  saben muy bien donde se encuentran los bancos saharianos),  y todo ello en  medio de una situación estratégica  indudable.

La  innegable  responsabilidad  moral  de España  en el proceso de reconquista de los derechos del pueblo saharaui vuelven  a nuestra conciencia colectiva cada vez que  resurge el conflicto, tras la entrega en 1975  de este territorio a Marruecos y Mauritania en lugar de poner al país bajo la tutela de la ONU. 

Desde entonces, primero a través del  Frente Polisario, y luego con la creación de la  República Árabe Saharaui Democrática (RASD), los saharauis han luchado en todos los frentes legales por la liberación de sus tierras.

Hasta el momento, esa lucha ha sido estéril, pero no es al pueblo saharaui  a quien corresponde la mayor responsabilidad  de este desaguisado histórico en forma de fracaso  de la comunidad internacional representada  en la ONU. Desde 1975  han sido 4 los Secretarios Generales  que han regido las acciones del  organismo internacional   y múltiples los  dictámenes, resoluciones, acuerdos y proyectos  de su Consejo de Seguridad que, en definitiva, no han dado  ningún resultado  y  únicamente  han favorecido las pretensiones  expansionistas del  régimen de  Marruecos que ha evitado hasta el momento  por todos los medios  (los hechos de finales de noviembre 2010  constituyen buena prueba de ello)  que la comunidad  internacional termine con  su  status en la zona. Y a  ese fin, además de la ONU, han contribuido -no sabría  decir muy bien  en qué grado- Estados Unidos, la Unión Europea, Francia, España y los países de la zona.

Entre  unos y  otros, cuarenta años después la casa sin barrer  y  todo por  el “laissez faire”, la burocracia,  y el aplazamiento de cualquier iniciativa que devuelva al pueblo saharaui  la soberanía  de su propio  territorio para  completar  de una vez  el proceso descolonizador en África.  
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios