Artur Mas calcula que será presidente a partir del segundo voto de investidura

Desde el martes se ha reunido con los responsables de todos los partidos, por orden de representación en el Parlament, para tender la mano y explorar puentes de diálogo a lo largo de la próxima legislatura, y una comisión negociadora mantiene contactos entre los partidos de cara a su investidura.

"No pretendemos adhesiones ni que se nos regalen los votos, pero a partir de la segunda votación, en que se necesita mayoría simple, constato que este país necesita un Govern y ponerse a funcionar", ha subrayado.

Al considerar que no existe alternativa, a no ser que el resto de partidos se aliaran para formar gobierno, Mas ha admitido tener la "intuición", pero no la confirmación, de que su investidura es posible en segunda vuelta gracias a la abstención de algunas formaciones.

Aunque acepta que el resto de partidos quieran marcar distancia con CiU en primera votación -cuando se necesita mayoría absoluta para que sea investido-, Mas ha descartado buscar alianzas para conseguirlo porque les obligaría a renunciar a parte de su programa.

Por ello, ve que su elección es posible en segunda votación, lo que le permitiría mantener su programa y afrontar las dificultades y retos presentes en Cataluña: "Lo contrario crearía una incertidumbre e interinidad que no serían buenos".

El calendario que prevé es que la semana del 13 de diciembre pueda constituirse el Parlament, y que el 3 de enero de 2011 ya esté en marcha el nuevo Govern.

Valoración de los encuentros

Tras considerar que se facilitará también que Núria de Gispert sea la presidenta del Parlament, Mas ha valorado las reuniones que ha mantenido con los líderes del resto de partidos, y de forma más detallada ha agradecido la actitud de "colaboración" del PSC.

En general, ha constatado que todas las fuerzas han acudido con una actitud positiva y que han aparcado "posiciones enrocadas de oposición pura y dura", lo que facilitará que puedan afrontar las dificultades que presenta el año 2011 para levantar Cataluña.

Con una actitud de mano tendida, Mas ha constatado que pueden entenderse con diferentes formaciones en distintas cuestiones: "No quiero que vean que CiU irrumpe como un caballo siciliano que lo pisa todo".

Sin embargo, su caballo de batalla será la propuesta del pacto fiscal, en la línea del concierto económico, destacando que le gustaría que todas las formaciones se sumaran a esta petición, en alusión al PSC y PP.

Artur Mas ha explicado también que en próximas semanas se reunirá con el presidente de la Generalitat en funciones, José Montilla, para el traspaso de funciones, y que cuando sea investido tendrá que llamar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien no ha vuelto a hablar desde que le llamó para felicitarle por la victoria electoral.

Según Mas, su obligación es tener una "relación institucional correcta" con el líder del Ejecutivo central y buscar todos los ámbitos en que puedan mejorar las relaciones e intereses de Cataluña respecto al resto del Estado.