En un cable fechado en mayo de 2008, el entonces embajador estadounidense en Nicaragua, Paul Trivellivan, constata que durante la campaña electoral que llevó a Ortega al poder a principios de 2007, los fondos se obtuvieron del narcotráfico internacional, esto "a cambio de que los jueces sandinistas pusieran en libertad a traficantes capturados por la policía y los militares".
El documento también revela que, según informes de primera mano, funcionarios nicaragüenses reciben "maletas llenas de dinero" en sus viajes a Caracas enviadas por el gobierno de Hugo Chávez.