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La Cámara de Representantes de EE.UU., ahora bajo control republicano, aprobó hoy los reglamentos para el inicio del debate y votación el próximo miércoles de la revocación de la reforma del sistema de salud.
Con 236 votos a favor y 181 en contra, la Cámara de Representantes aprobó los reglamentos para el debate de la revocación de la reforma de salud, que fue aprobada por el Congreso el año pasado sin apoyo republicano.
El voto para la revocación de la reforma del sistema de salud está previsto para el próximo 12 de enero, aunque sería principalmente un gesto simbólico de los detractores de la medida.
Aún si los republicanos en la Cámara de Representantes la revocan, es casi nula la posibilidad de que prospere en el Senado, bajo control demócrata.
Además, la Casa Blanca reiteró el jueves que el presidente Barack Obama vetará la medida si llega a su despacho. En el caso de un veto presidencial, los republicanos necesitarían, de todas maneras, el voto de dos tercios de ambas cámaras del Congreso para superar ese veto.
En paralelo a la gestión republicana en la Cámara baja, varios tribunales federales estudian las demandas, presentadas por una veintena de estados y respaldadas por gobernadores republicanos, sobre la constitucionalidad de los principales componentes de la reforma de salud, por lo que el asunto podría llegar ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
El jueves, el influyente Comité de Reglas rechazó la mayoría de las enmiendas a la iniciativa ofrecidas por la minoría demócrata, salvo una. Así, los republicanos eliminan la posibilidad de cambios a la legislación durante el debate de la próxima semana.
La reforma sanitaria, entre otros elementos, incluye créditos tributarios para la pequeña empresa, permite que los jóvenes permanezcan en el seguro de sus padres hasta los 26 años de edad y prohíbe que se niegue el seguro médico a personas con condiciones preexistentes.
En general, los republicanos, muchos de los cuales ganaron en los comicios de noviembre pasado con el apoyo del movimiento conservador "Tea Party", argumentan que la reforma de salud es una costosa intromisión del Estado y que impedirá la creación de empleos.
Pero, según un análisis del independiente Centro sobre Prioridades Políticas y Presupuestarias, la reforma de salud reducirá el déficit lo que, a su vez, ayudaría a incrementar la tasa de ahorro nacional y alentaría el crecimiento económico y la creación de empleos.
Los republicanos rechazaron un informe divulgado el jueves por la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) que señaló que la revocación de la reforma sanitaria costará 230.000 millones de dólares en los próximos diez años, lo que aumentaría el déficit fiscal. EFE
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