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Indicador ForoBurgos 100

Aumenta la incertidumbre entre los empresarios de Castilla y León sobre la situación económica actual

Aumenta la incertidumbre entre los empresarios de Castilla y León sobre la situación económica actual

El 71,4% afirma que el impacto de las medidas de ajuste emprendidas por el Gobierno sobre sus negocios será escaso o nulo y el 82,6% cree que la reforma laboral no estimulará el empleo

miércoles 12 de enero de 2011, 12:25h


Los empresarios de Castilla y León han incrementado su incertidumbre y se muestran más pesimistas sobre la coyuntura actual, pese a la paulatina recuperación de la actividad económica. En este sentido, tanto la situación de las empresas como de la economía regional se encuentran en una fase de desaceleración sostenida, a pesar de que las cifras del PIB marcan variaciones interanuales positivas en la región desde el segundo trimestre de 2010. 

Esta es una de las conclusiones extraídas del Indicador ForoBurgos 100 correspondiente al cuarto trimestre del año pasado. Este estudio es elaborado a partir de encuestas realizadas a un centenar de empresarios de la Región y analiza la situación actual y esperada.

En cuanto al momento actual, los empresarios consideran que la situación es peor que la del semestre anterior. En este sentido, se muestran más pesimistas acerca de la coyuntura del mercado laboral y la actividad en la región, así como la evolución del crédito a las empresas. No obstante, los encuestados no advierten un deterioro adicional sobre el empleo en sus compañías.

Por otra parte, las expectativas de los entrevistados a seis meses vista sobre la actividad, la inversión y las existencias son menos pesimistas que las manifestadas en el trimestre anterior, aunque la mayoría se inclina por un estancamiento de la situación actual. Sin embargo, los empresarios de Castilla y León han empeorado su opinión sobre el empleo, tanto para la economía regional como para sus empresas.

¿Cómo están afrontando la crisis las empresas?

En este cuarto trimestre del año, aunque se ha incrementado el número de encuestados que optan por ampliar capital y colocar pagarés entre proveedores, la opción mayoritaria de los empresarios para hacer frente a la crisis vuelve a ser la renegociación de las líneas de crédito (84,2%).

Por otra parte, para atajar la crisis de la demanda, la mayoría de los entrevistados elige la reestructuración de la producción y el empleo (65,2%). La segunda acción más respaldada sigue siendo la búsqueda de mercados exteriores (34,8%), mientras que el ajuste de precios pierde protagonismo frente a trimestres anteriores (8,7% del total de empresarios).

Efectos de las nuevas medidas de ajuste y reforma


El 71,4% de los empresarios de Castilla y León afirma que el impacto de las medidas de ajuste emprendidas por el Gobierno sobre sus negocios será escaso o nulo.

Por otra parte, los encuestados no consideran la reforma laboral como un estímulo para la creación de empleo (82,6%). En este sentido, el 43,5% asegura que no contratará empleados en ningún caso y el 39,1% sólo lo haría si tuviese mayor demanda de productos y servicios.

              

Metodología

Esta publicación trimestral de ForoBurgos –que se publica por undécima vez en www.foroburgos.com– trata de pulsar el estado anímico empresarial de la región considerando a los empresarios la principal fuente de información, ya que son ellos los que analizan las condiciones presentes y las expectativas futuras. Además, el informe pretende dar respuesta a la demanda informativa de éstos sobre la situación económica de Castilla y León y, en concreto, de sus empresas.

La metodología de trabajo consiste en la elaboración periódica de entrevistas a 100 empresarios de Castilla y León y, frente a los indicadores que tratan de medir el sentimiento económico por parte de los consumidores y su propensión futura a consumir, el Indicador ForoBurgos 100 se basa en el hecho de que la actividad empresarial tiene una proyección más amplia que la que pueda proporcionar un individuo u hogar por separado.

Esta metodología es la propia de los dos índices de referencia sobre situación económica –similar al Indicador de Sentimiento Económico de la Comisión Europea– con la diferencia de que el  cuestionario está adaptado al hecho que el individuo que lo responde lo hace en nombre de una empresa y no de su propia situación económica. 
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