Zapatero no quiere debate sucesorio

González Pons se mostraba sorprendido, en una intervención ante su correligionario Camps, sobre “la paliza” que en su opinión  los socialistas habrían dado a Zapatero, y cómo el presidente “se les había escapado de nuevo”. Era una posible interpretación a la intervención de Zapatero en Zaragoza, cuando se podía escuchar una abultada sucesión de elogios de los oradores de la convención autonómica socialista hacían de su líder, a quien brindaban su apoyo para presentarse a las elecciones de 2012, las generales. El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al clausurar esa Convención Autonómica, pedía a su partido que no se dediquen a hablar del PSOE, sino de España, y agradecía a a sus dirigentes que así lo hayan hecho estos tres días en Zaragoza donde se ha perfilado el programa-marco con el que los socialistas acudirán a las elecciones autonómicas del próximo 22 de mayo. ¿Era un decidido propósito de apartar y olvidar el debate sucesorio que se viene produciendo en el PSOE, como se interpreta? Posiblemente, porque a renglón seguido, Zapatero agradeció a los suyos el apoyo "incondicional y permanente" que dice sentir en su tarea de dirigir el Gobierno y el partido, y les pidió que se mantengan en esta actitud. "Somos un partido llamado a afrontar retos, a comprometerse, a no mirar jamás para otro lado, a hacer aquello que le conviene a España por encima del interés coyuntural del partido", afirmó. Por ello, celebró que la Convención Autonómica haya transcurrido por esos cauces, y pidió que, "en la tarea que tenemos por delante para los próximos meses, en todo este año clave para España, estemos dedicados no a hablar de nosotros, sino a hablar de los problemas de los ciudadanos. No del futuro del PSOE, sino del futuro de España", afirmó. Zapatero, con anterioridad, había escuchado al secretario de Organización del partido, Marcelino Iglesias, que le volvía a dar el apoyo incondicional del PSOE. Iglesias afirmó que Zapatero "tiene el apoyo y el respeto de este partido para las elecciones de 2012", lo que provocó la mayor ovación de la clausura. Y añadió: "Y respetamos tus tiempos y respetaremos tu decisión. Pero no te faltará el apoyo sólido y rocoso del partido", dijo, aceptando y apoyando los desconocidos planes de Zapatero. Por su parte, Zapatero, destacaba en su intervención la importancia del "gran Pacto Social" alcanzado con empresarios y sindicatos, a los que agradeció fervientemente su responsabilidad. Para Zapatero es "el acuerdo económico y social de más contenido y de más importancia desde los Pactos de la Moncloa de este país" y pidió en especial al PP, y al resto de fuerzas políticas, que, en esta ocasión, se sumen al pacto. Recordó Zapatero la “consternación” que le produjo en mayo la falta de apoyo de los populares ante los ajustes que emprendió para atender los requerimientos de la UE. "El PP jugó en mayo a que cayera el Gobierno, pero, ya que sabe que no habrá elecciones hasta 2012, espero que ahora se sume al acuerdo", reclamó. Tras el pacto alcanzado con sindicatos y empresarios sobre pensiones y negociación colectiva, ahora está pendiente otro de política industrial y energética, y completar la reforma de las cajas de ahorro. Todo está encauzado con patronal y sindicatos, pero ahora comienza la negociación en el Parlamento. Zapatero recalcó con tono vehemente que no emprende las reformas por imposición de la UE sino porque las considera imprescindibles para el futuro de España: "Algunos dicen que las hago a la fuerza; no es así, las hago porque creo en ellas y porque forman parte de nuestro proyecto político actuar con responsabilidad", dijo.

La interpretación es unánime: Zapatero quiere que los barones territoriales y los candidatos a las elecciones municipales y autonómicas de mayo dejen de hablar de si será o no el candidato en 2012. Dio la impresión de que el presidente del Gobierno había dado su visto bueno al secretario de Organización, Marcelino Iglesias, para que, momentos antes de su intervención, se manifestara en ese sentido: "José Luis, tienes todo el apoyo del partido para tu tarea de Gobierno, y tienes todo el apoyo de este partido para las elecciones de 2012, de 2012, de 2012, de 2012". Entre aplausos, Iglesias apostilló: "Respetamos tus tiempos y tu decisión, que sepas que no te faltará el apoyo rocoso de este partido". Algunas fuentes que cita El País señalan que, en el trayecto del aeropuerto al auditorio de Zaragoza, Iglesias había comunicado a Zapatero que iba a tratar de zanjar el debate de la candidatura. En cuanto a Zapatero, trató de imponer a su partido que abandone su petición -más o menos explícita- de que desvele sus intenciones antes de las elecciones de mayo, como se había puesto de manifiesto en esta convención y en días anteriores: "Hay elecciones en 2011, y generales en 2012, pero os hago un llamamiento, a todo el partido, a todos los candidatos, para que la prioridad sean los pactos, los acuerdos, el consenso; esa es la prioridad". A juzgar por los aplausos, Zapatero tiene inicialmente el apoyo para que ese interrogante descanse por un tiempo. Los barones consultados reconocieron que, si decide ser el candidato, tendrá el apoyo cerrado de todo el partido, pero en el ambiente permanece la idea de que, si él diera un paso atrás, todo el partido, o su gran mayoría, miraría a Alfredo Pérez Rubalcaba. En cuanto al vicepresidente primero apareció discretamente en la convención e intentó pasar inadvertido, aunque Zapatero le citó junto a la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, y al ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, para ensalzar su papel en la consecución del pacto por las pensiones con los sindicatos y el resto de acuerdos que están en ciernes. Pero esta vez no era el primer personaje de la historia...