Simon Peres se gana Madrid

La Tribuna Informativa de Europa Press presentaba esta mañana, en el madrileño Hotel Villamagna, el lleno de las grandes ocasiones, y no era para menos por la personalidad del ponente, nada menos que el presidente del Estado de Israel y Premio Nobel de la Paz, Simon Peres, hombre de calidad humana, extraordinaria potencia intelectual y política y emocionalmente entregado desde muchos años atrás a la causa de la paz. A este gran objetivo de la paz y de las inmensas posibilidades de desarrollo que abren las nuevas tecnologías, de alguna manera a la necesidad de mirar hacia las posibilidades del futuro y superar los fanatismos e intransigencias del pasado, incluso a la real posibilidad de colaboración entre Israel y un mundo árabe que haya salido, tras las agitaciones de los momentos actuales, de las viejas y anacrónicas tiranías, dedicó Simon Peres gran parte de su exposición y de las respuestas a las muchas preguntas que le fueron planteadas por los numerosos asistentes –empresarios, políticos, periodistas–  que literalmente abarrotaban el gran salón dispuesto para el acto.

Es sin duda una gran suerte para Israel, y sobre todo para la imagen de Israel en el mundo y el correcto conocimiento del prolongado conflicto de Oriente Medio,  el disponer de personalidades como Simon Peres, que tienden una y otra vez la mano para el acuerdo y nunca para la amenaza, y que profundizan tercamente en las posibilidades de que, alguna vez por fin, israelitas y palestinos puedan caminar juntos para la senda de las libertades políticas y el progreso económico. Fue sin duda llamativo el énfasis puesto por Simon Peres en el valor y posibilidades de las nuevas tecnologías, incluyendo Internet, y desde luego las tecnologías del conocimiento, y su terca fe en que algún día israelitas y palestinos podrán caminar juntos y colaborar por la senda del progreso tecnológico y el desarrollo económico.

Es sin la menor duda cierto que el desmoronamiento, al que estos días asistimos, de las viejas tiranías que han mantenido sojuzgados a los pueblos árabes, abre nuevas posibilidades, a las que Occidente debe dar rápida y generosa respuesta, de colaboración para ayudar al salto de los países árabes a un escenario de libertades civiles y desarrollo económico. En ese nuevo escenario, cuando los propios árabes se hayan liberado de tiranías que reprimen todas las libertades en sus propios territorios, como emblemáticamente las aterradoras de los ayatollahs en Irán y del anacrónico Gadafhi en Libia, será muy posiblemente viable un diálogo sincero entre israelitas, palestinos y árabes, centrado en el salto de esos países al desarrollo económico y las nuevas tecnologías del conocimiento. Lo que Shimon Peres ha dejado claro es que Israel desea sinceramente la colaboración con el mundo árabe, y desde luego ayudar a una Palestina democrática a encontrar la senda del progreso en su propio espacio territorial.

Con el extraordinario éxito de asistencia a la convocatoria de Europa Press, Simon Peres pudo comprobar, en el abarrotado salón del hotel Villamagna, que son muchos los amigos de Israel en España, entre ellos, en posición relevante, el propio ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, cuya presentación de Shimon Peres fue brillante, precisa y sobre todo visiblemente amistosa. A fin de cuentas, las muy especiales relaciones de España con el mundo árabe podrían llegar a ser un activo extraordinariamente útil en el proceso, ya iniciado, que debiera conducir a la paz en Oriente Medio.