Pasaba por aquí: Confusiones y perplejidades

Ojeo, incluso hojeo, algunas portadas de la prensa de hoy (no, el artículo no se quedará viejo, las portadas a menudo son idénticas día tras día).

Parece ser que en Libia están en plena guerra civil, pero pocos se atreven a llamarla así, guerra civil. Unos contra otros dentro de un mismo país. A tiros, a pepinazos, a muerte en definitiva.

Sigo leyendo y resulta que unos señores muy ricos que se han hecho millonarios a base de vender bolsos muy caros van a comprar (ya lo han debido hacer) una empresa que se ha hecho milmillonaria vendiendo joyas carísimas. La tontería vale 3.700 millones de euros…

Continuemos la excursión o incursión, no sé, por la bendita prensa que nos informa de los aconteceres… En un hospital de no sé dónde están asustadísimos porque ven un fantasma por las noches. Tiene pinta de enfermera antigua y se dedica a juguetear con los aparatos sanitarios desenchufando sin ton ni son cosas que parecen importantes, como respiradores o goteros… Los que trabajan en el turno nocturno han manifestado ya su acojono y dicen que hasta que no vayan los cazafantasmas a hacerse cargo del susodicho espécimen, ellos es que ni van a poner el termómetro a los enfermitos. En la “noticia” no aclaran muy bien qué opinan los enfermos al respecto…

¿Va cogiendo el hilo, querido lector?

No sé si a usted le ocurre, pero a servidora, leer todas estas cosas al mismo tiempo, en una misma portada o en varias (da igual la tendencia del periódico) le induce a confusión y le provoca perplejidad. Para intentar aclararme me pregunto si nos hemos vuelto todos locos o tontos, o ambas cosas.

Me pregunto si no podría alguien trasladar a la enfermera fantasma al bunker de Gadafi para que lo desenchufe o algo… (creo que el hombre tenía unas enfermeras privadas, ucranianas y guapas que ahora, con la que está cayendo, se han largado de Libia).

También me interrogo sobre un mundo tan raro donde alguien se puede convertir en millonario vendiendo bolsos y diamantes, conseguir un dineral que supera los PIB de bastantes países africanos y que nadie monte en cólera, coloque barricadas e incendie efigies de los miles de idiotas capaces de gastarse en un bolso el presupuesto mensual de varias familias.

Me pregunto si yendo a 110 por hora tendremos más tiempo para meditar sobre éstas y otras cosas que nos cuenta la prensa, o nos quedaremos dormidos, de puro aburrimiento, al volante de coches ideados para ir a 140 con total seguridad.

¡Ah! Claro, no me daba cuenta… ya estamos todos dormidos y no nos despiertan ni los cañonazos libios ni las muertes por inanición.

Debe de ser que la enfermera fantasma nos ha anestesiado.

Otra explicación no le encuentro, la verdad.

Ana Ruiz Echauri. Periodista.