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Hipotecados y emprendedores

jueves 24 de marzo de 2011, 09:09h
    Saldar un crédito hipotecario que, por las razones que sean, no se puede pagar, entregando al banco la vivienda que respondía por el préstamo seguirá siendo imposible en España. Así lo insinuó hace días el presidente Zapatero, y ayer lo afirmó con más detalles la vicepresidenta económica, Elena Salgado. También dijo la señora Salgado que a la sociedad le puede resultar difícil entender lo importante que es la fortaleza del sector financiero, que saldría perjudicado si se le obliga a saldar una deuda hipotecaria recibiendo como pago el bien que la garantizaba.      No queremos hacer demagogia ni cara ni barata sobre este asunto, pero es un drama que una persona que tiene una hipoteca y es despedido de su trabajo, por ejemplo, ni siquiera quedándose en la calle, con el cielo como techo, se libera de sus obligaciones con quien le prestó el dinero para comprar la casa. Resulta -insistimos- difícil de entender, por mucho que sea legal y que figure en la letra pequeña del contrato o sea práctica habitual en la Banca española, que no así en la de otros países de nuestra vecindad.      El Gobierno se ha encontrado en una encrucijada, y ha optado por fortalecer a la Banca en lugar de proteger a las personas que no pueden pagar su deuda hipotecaria. No estamos en una guerra entre buenos y malos, sino ante un problema que afecta a decenas de miles de españoles a quienes quedarse sin vivienda, perdiendo todo el capital que hayan pagado hasta ahora, no les evita ser, además de pobres, deudores de las entidades financieras. La verdad es que el Gobierno  (y ni siquiera vamos a decir un Gobierno socialista) debería ser más sensible en estos casos. Es, en fin, llamativo que le preocupen más las cuentas de la Banca que la desesperación de los endeudados.      Y, en este contexto, cuando es evidente que de la crisis no nos va a sacar ni este Gobierno ni el que venga, un informe de GEM-España señala que en nuestro país cae a niveles sin precedentes el número de emprendedores: esas personas que, incluso en una situación de adversidad, se lían la manta a la cabeza para llevar a cabo sus iniciativas y crear empleo y crear riqueza. ¿Y por qué esa caída en el número de emprendedores, de benditos aventureros dispuestos a jugársela? Pues la razón principal es ésta: que los Bancos les niegan financiación, y las dificultades para acceder a un crédito son habitualmente insalvables. Ya ve, vicepresidenta Salgado, cómo la pescadilla se muerde la cola, y cómo ser español  (y, además, hipotecado o emprendedor) es llevar bofetadas en las dos mejillas. > Escuche las columnas de Luis el Olmo en vídeo:
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