80/20 Haciendo amigos

Vilfredo Pareto fue un economista italiano que observaba con pasmo el mundo que le rodeaba. Se dio cuenta de que muchos disfrutaban de lo poco y pocos disfrutaban de lo mucho y a partir de ahí definió lo que hoy conocemos como el Principio de Pareto o ley del 80 – 20. El principio viene a decir que en una población cualquiera, aproximadamente el 20% de sus miembros ostenta el 80% del poder político y la abundancia económica, mientras que el otro 80% de población, lo que Pareto denominó «las masas», se repartía el 20% restante de la riqueza y tenía poca o ninguna influencia política. Este principio hoy se aplica a prácticamente todo en la vida: el 20% de los coches produce el 80% de la contaminación vehicular, el 20% de los ladrones producen el 80% de los robos, el 20% de los humanos consumen el 80% de los recursos, etc. Por supuesto, es solo un indicador. En España, la que tanto me duele, hay unos 80.000 políticos según un estudio del periodista Daniel Montero (la cifra exacta de los que cobran del estado se desconoce: ni el ministerio del interior ni el de administraciones públicas ni el de hacienda son capaces de dar una cifra cabal). Aplicando la ley de Pareto, el 20% de estos individuos genera el 80% de la corrupción. Si tenemos en cuenta que en España hay en este momento 797 políticos encausados (tampoco se sabe a ciencia cierta, pero parece un dato bastante exacto confirmado por fuentes judiciales) y que el 20% de 80.000 políticos es 16.000, hay exactamente 15.203 corruptos que se lo están llevando crudo y aún no les hemos pillado. Si tú, lector, tienes en cuenta que las multas de tráfico de los 80.000 políticos se pagan con nuestros impuestos (y encima con recargo, que ya es recochineo); o te apuntas en la mollera que en 2008 la CCAA de La Rioja (por poner un ejemplo del que Montero facilita datos, pero lo mismo es se mire donde se mire) pagó 200.000 euros en horas extras a sus conductores de coches oficiales (o sea que hasta para ir a por tabaco o al quiosco por el periódico llamaron al chófer); o tomas nota de que Alberto Ruiz Gallardón gasta 150.000 euros al año en el leasing de su coche o que Manuel Chaves cobra 46.000 euros al año por ¡haber dejado la presidencia de la Junta de Andalucía! (más su sueldo de ministro que son 85.000 euros/año); o que Ibarretxe cobra 45.000 euros anuales de por vida ¡por no ser lehendakari!; o que el Congreso se gasta 2.500.000 euros al año en regalos a 11.000 cargos públicos; o que el ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda hasta hace unos meses tenía dados de alta ¡270 teléfonos móviles! en cuyas facturas constan descargas de politonos, juegos, videos porno y llamadas eróticas y que nada de todo este mínimo listado es considerado corrupción, corruptela, depravación, podredumbre o ilegalidad, dime, ¿es que va a ser verdad que somos idiotas, tal como afirma un artículo que circula de mail en mail y que se atribuye a Pérez Reverte? Si conoces a alguno de los 15.203 corruptos que aún no han sido encausados, por favor hazme llegar sus datos y delito y yo personalmente lo denunciaré si es que tú no eres capaz. Después, cuando hayamos acabado con los 15.203 delincuentes, iremos a por los casi 65.000 sinvergüenzas restantes que se lo llevan crudo y ni siquiera tienen la decencia de pagar las multas en los 15 días hábiles para tener descuento.