Debe renunciar

Empujado por la indignación pública que despertó su intolerancia hacia EL UNIVERSO, el secretario de Comunicación de la Presidencia no tuvo más remedio ayer que corregir y entregarle la credencial oficial a nuestra reportera en el Palacio de Carondelet sin condiciones; pero creyendo quizás que con eso evitaba el ridículo, inventó la historia de que este Diario se habría retractado.
 Lo desmentimos públicamente. Nos ratificamos en que nuestra cobertura sobre ciertas denuncias del mal uso de credenciales de prensa en el Palacio de Gobierno fue impecable desde el principio al fin. Pero eso no es lo fundamental, sino la conducta del secretario de Comunicación, que además de negarles a los ciudadanos el acceso a información pública, para evadir su falta, le miente al país de una manera burda. En tiempos normales, el presidente de turno le pediría la renuncia. Esperamos que así se lo haga. La democracia corrige sus errores de ese modo, los funcionarios dan un paso al costado, el gobierno de turno se evita un cortocircuito innecesario y las instituciones políticas se fortalecen. Pero estos no son tiempos normales.