Polémica en Egipto ante rumores posible amnistía de Hosni Mubarak y auge del islamismo

Prensa, políticos, partidos, jueces y abogados, discuten en Egipto si Hosni Mubarak va a ser amnistiado y si es amnistiable.  El debate ha surgido después de conocerse la intención del expresidente de dirigirse a la nación a través de varias televisiones por satélite, para pedir perdón al pueblo egipcio por sus acciones pasadas y por sus errores. La petición se basaría en una disposición del derecho penal egipcio que permite devolver al estado lo ilícitamente obtenido a cambio de la retirada de los cargos por ese delito. Esa ley ha permitido ya que Suzanne Mubarak, que tuvo que comparecer ante los tribunales, se haya salvado de la prisión por haber realizado previamente algunas devoluciones al Estado. La cuestión de la eventual amnistía ha suscitado una importante polémica entre quienes dicen que el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas CSFA, en tanto que gobierno provisional, tiene potestad para conceder  ese perdón, y quienes sostienen que legalmente no se le puede conceder amnistía al expresidente porque una simple petición de perdón no elimina el delito. Magistrados y jueces afirman con cierta unanimidad que consideran que para que se le conceda la amnistía al presidente primero tiene que ser juzgado y encontrado culpable. Quienes han salido al paso enérgicamente contra esa eventual amnistía son los siete u ocho grupos y las personalidades independientes que forman parte de la Coordinadora de la Revolución egipcia, entre ellos la Coalición de Jóvenes del 25 de enero, los Hermanos Musulmanes, la Alianza Revolucionaria, y otras numerosas organizaciones y personalidades que estuvieron detrás de las manifestaciones que a partir del 25 de enero duraron dieciocho días hasta que Mubarak aceptó abandonar el poder. Un portavoz de la Coordinador  hizo saber que no cejarán hasta que sean sometidos a juicio todos los criminales y advirtió que el juicio contra Mubarak no puede ser solo por sus apropiaciones y las de su camarilla de bienes públicos, sino también por su responsabilidad en la muerte de los 850 ciudadanos en aquellos 18 días de revueltas. Esta última acusación, mucho más grave, podría significar para el expresidente, de probarse, incluso la pena de muerte. Por esa acusación y otras de blanqueo de dinero y corrupción,  comparecerá también el exministro del Interior Habib al-Adly que se supone que fue el hombre de quien partió la orden de disparar sobre los manifestantes indefensos. Filtraciones de Mubarak Para quienes trabajamos en la información en el mundo árabe desde hace tiempo, esas filtraciones sobre la intención de Mubarak de pedir perdón, así como los debates sobre su amnistía, parecen más bien una preparación de la opinión pública egipcia para hacerla efectiva. Resulta significativo que los banqueros suizos, siempre tan reacios a devolver con rapidez fondos de dictadores corruptos depositados en sus bancos, hayan informado ya al gobierno interino egipcio de que han congelado hasta ahora unos 331 millones de euros pertenecientes a unas 14 personalidades egipcias, entre ellas Mubarak y su esposa Suzanne,  los dos hijos de estos Alaa y Gamal y sus esposas respectivas, el hermano de Suzanne, Munir Thabet, el magnate del acero, Ahmed Ezz, el exministro del Interior Habib al-Adly, su esposa y su hijo Cherif, y otros tres ministros más. En una intervención esta semana el Mariscal de Campo y jefe del CSFA, Hussein Tantawi, en una primera intervención pública en un acto de las Fuerzas Armadas invitó a los egipcios a mirar ahora hacia adelante. Qué quería decir no se sabe, pero la explicación tal vez está en lo que dijo posteriormente su ayudante para asuntos financieros, Mahmud Nasr,  que sostuvo que Egipto pierde desde el inicio de las revueltas 40 millones de dólares cada día de ingresos turísticos;  que las reservas en divisas cayeron, en el mismo periodo, de  36000 a 28000 millones de libras egipcias; que la deuda se eleva al 90 del PIB; y que el índice de pobreza llega al 70 por ciento. En esta difícil situación de la economía y pendiente la amenaza saudita de tomar represalias económicas contra el país si Mubarak es juzgado, han ido creciendo los enfrentamientos confesionales entre coptos y musulmanes en todo el país. Los de la semana pasada de Imbaba, que resultaron en 12 personas muertas, algunos medios egipcios han sostenido que fueron provocados por los  matones del antiguo régimen que no se resignan a perder sus privilegios. En este contexto delicado, los Hermanos Musulmanes han vuelto a demostrar su fuerza reuniendo con toda facilidad el doble de las 5.000 mil firmas requeridas para constituir un partido político y han registrado hoy ante el Tribunal de Casación, que es la autoridad que lleva el registro de partidos políticos, al ya anunciado Partido de la Libertad y de la Justicia. Será su Secretario General, Saad el Katatni, del Consejo de los Hermanos Musulmanes, ayudado por los dos grandes jefes, Mohamed Morsi, jefe del Buró Político, y Mohamed Badie, su Guía Supremo. Para evitar los inevitables temores de la sociedad ante esta demostración de fuerza  de los Hermanos Musulmanes, el partido ha hecho saber que solo presentará candidaturas al 40 o 50 por ciento de los 508 escaños de la futura asamblea constituyente que será elegida en Septiembre. Otro partido calificado de islamista moderado, al Wassat al Jadid (El Nuevo Centro) ya fue autorizado por el Tribunal a operar el pasado mes de Febrero. Su líder es Abu al-Ila Madi, y el partido se considera liberal y dispuesto a la interpretación de la Charia (ley islámica) que tantas fricciones crea cualquier  país árabe moderno y por añadidura multiconfesional como Egipto. Pero no es este el único partido islamista moderado que se interesa por la política. Otro reformista, recién expulsado del buró político de los Hermanos Musulmanes, Abdel Moneim Abul Futuh,  afirma, en contra de los deseos de los Hermanos, que se presentará en la competición por la presidencia que deberá ser elegida en algún momento después de la elección de la Asamblea Legislativa de Septiembre. Queda por saber la fuerza real de la Salafiha, el movimiento salafista de Egipto, y si competirá sola o del lado de los Hermanos. Como tendencia general, todos los partidos islamistas han cortejado a los coptos para que figuren en sus listas electorales y de hecho, uno de los dos vicesecretarios del Partido de la Libertad y la Justicia será, al parecer, un copto. Ante tales demostraciones de fuerza, los otros partidos políticos parece que presionan al SCFA para que retrase la convocatoria de las legislativas de septiembre, para poder prepararlas mejor. _____________________________________________________________________ * Domingo del Pino es especialista en el mundo árabe, ex delegado de la Agencia EFE en Marruecos, ex corresponsal de El País para el Norte de Africa, fue miembro de la Euro Med and the Media Task Force de la Comisión Europea y, actualmente, es miembro del consejo editorial de la revista bilingüe Afkar/ideas; colaborador de Política Exterior y Economía Exterior; de la Revista Española de Defensa; y director del Aula de Cooperación Internacional de la Fundación Andaluza de Prensa.