Autónomos y descontentos

Las manifestaciones de miles de descontentos registradas estos días en muchas ciudades españolas reflejan un alto nivel de desafección de los ciudadanos españoles con el actual estado de las cosas. Él mismo que tienen los miles de trabajadores autónomos que exigen tener voz y voto en la mesa de la negociación colectiva porque representan a medio millón de trabajadores-empresarios y porque con su actividad económica son los que crean más de la mitad de los puestos de trabajo en España. España necesita de los emprendedores, de los que deciden apostar y arriesgar con un negocio, ajustándose a unas normas lógicas que respetaran las reglas de confianza y consumo, de crédito para su financiación y de cumplimiento de la Ley de Morosidad sobre el pago del IVA cuando se cobren las facturas y no antes. Sobre todo, cuando las administraciones públicas deben unos 12.000 millones de euros a unos autónomos que, además de no cobrar, han adelantado 1.500 millones en el pago del IVA. Lorenzo Amor, presidente de ATA, principal asociación de autónomos en España, reivindica el papel que deben jugar los autónomos en todas las negociaciones y afirma que si los autónomos recibieran la cantidad habitual destinada al desempleo podrían mantener su actividad y en España habría dos millones y medio menos de parados. Son palabras mayores que demuestran la necesidad de modernizar las relaciones laborales en España contando con todos y ampliando el concepto de actores sociales a quienes ostentan la representación de medio millón de empresarios autónomos. Las manifestaciones y concentraciones se nutren de muchos autónomos, no debería ser una sorpresa porque en los estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas de los últimos meses se recoge un dato demoledor: más del 80% de los ciudadanos no tiene confianza ni en Rodríguez Zapatero ni en Rajoy. Simplemente se ha producido un fenómeno de organización o canalización de actitudes a través de las redes sociales para demostrar la existencia de un malestar creciente con los métodos tradicionales de gestión y de representación que ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo en los asuntos de Estado y resolver, entre otros, el problema más acuciante como es la cifra de desempleo con cinco millones de parados. Más de uno se ha caído del guindo cuando se ha percatado de la magnitud del movimiento y se pregunta si es espontáneo, si está organizado, si alguien mueve los hilos en su propio beneficio. Las respuestas están en la red y en la vida diaria. Los manifestantes pasaron la noche en Sol a pesar de la lluvia Cientos de antidisturbios tomaron la Puerta del Sol Granada, Almería, Sevilla y Asturias también las prohibieron Twitter se 'incendió' con la decisión de la Junta Electoral Galería de fotos: 'Democracia real ya'   | La acampada en Sol