www.diariocritico.com
Por imperativo legal

Por imperativo legal

sábado 11 de junio de 2011, 19:11h
¿Cómo se entendería que Pérez Rubalcaba dijera que por imperativo legal no dispara a matar contra cualquier delincuente? ¿Cómo se entendería que un periodista publicara que por imperativo legal no escribe que Juan Carlos Izaguirre, flamante alcalde de San Sebastián por Bildu, es un corrupto violador de niños que tortura a gatitos recién nacidos? ¿Cómo se entendería que un abogado arguyera en juicio que por imperativo legal no dice al tribunal que su cliente es culpable y que las pruebas para condenarle están en el tercer cajón de su cómoda? ¿Cómo se entendería que Mariano Rajoy declarara que por imperativo legal no pide a los ciudadanos que apedreen a Rodríguez Zapatero cada vez que tengan ocasión? ¿Cómo se entendería que un coronel del ejército español dijera que por imperativo legal no da un golpe de estado? ¿Cómo se entendería que un empresario advirtiera de que por imperativo legal no incluye materiales nocivos en la fabricación de sus productos? ¿Cómo se entendería que Joan Rosell dijera que por imperativo legal la CEOE no va a exigir el retorno al sistema del esclavismo laboral? ¿Cómo se entendería que Rafael Nadal declarara que por imperativo legal no toma drogas para ganar sus partidos? ¿Cómo se entendería que Sonia Castedo nos dijera en su investidura que por imperativo legal no roba a cuatro manos? Durante las investiduras de alcaldes presidente del pasado sábado un montón de imbéciles –¿o debería decir delincuentes potenciales?- ha jurado -¿debería escribir juramentado?- su compromiso al grito inaceptable de “por imperativo legal” y a mí me escandaliza. La ley establece las fórmulas adecuadas para los juramentos de los cargos cuando se toma posesión y tales fórmulas no se pueden cambiar ni modificar. Un ejemplo, aunque de otra latitud: cuando Barack Obama juró su cargo el 20 de enero de 2009 dijo: "Yo, Barack Hussein Obama, juro solemnemente que cumpliré las funciones de presidente de Estados Unidos fielmente […]" y tuvo que repetir el juramento poco después en la Sala de Mapas de la Casa Blanca porque cambió de orden una palabra ya que debió decir "Yo, Barack Hussein Obama, juro solemnemente que cumpliré FIELMENTE las funciones de presidente de Estados Unidos […]". Y no creamos que fue el primero: antes tuvieron que repetirlo también Chester A. Arthur en 1881 Calvin Coolidge en 1923 por errores similares. Los juramentos bajo la triquiñuela “por imperativo legal” no deben ser válidos ni aceptables y creo que la  abogacía del estado tendría que actuar de oficio y exigir la repetición de los juramentos de acuerdo a la fórmula constitucional. No hay error involuntario en ellos, al contrario, hay un manifiesto dolo perseguible procesalmente; una clara intención de burlar a la ciudadanía, de cometer fraude de ley contra el sistema que les aúpa al cargo y les ampara frente a ulteriores agresiones. Nuestra democracia es cada día más obsoleta e ineficaz. No tenemos una representación cabal de la ciudadanía porque solo votamos a unas siglas que cuando gobiernan hacen lo que más les place sea o no coherente con sus idearios. No tenemos capacidad de elegir al poder ejecutivo porque lo decide un aparatchik completamente hipotecado por intereses espurios y nuestra judicatura trata a los ciudadanos como a delincuentes mientras a los delincuentes se les trata con guante de seda. Los políticos medran, los gobernantes roban, lo que se hace con el dinero del contribuyente no importa casi ni a los propios contribuyentes, nuestra sociedad se ha llenado de listillos que se aprovechan de los honrados, las televisiones confirman el ejemplo de los próceres de que estudiar y prepararse es un marrón y lo adecuado es salir vociferando y diciendo sandeces, unas porque su Andreíta no se come el pollo y otras porque no les “cabería” en la cabeza que sus “cónyugues” hubieran “escribido” al ministerio de Sanidad. Ya está bien de hacer el idiota. Ya está bien de parecer idiotas. Ya está bien de comportarnos como idiotas. Ya está bien de ser idiotas. Ya está bien de mirar para otro lado. Necesitamos otra mirada y otras palabras. Si lees estas palabras, estás de acuerdo y no haces nada, ayudarás por omisión a la perpetuación de una pésima praxis gubernativa que nos tiene sojuzgados silenciosamente y en forma sedativa. Rebélate, carajo.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios