Concejala sin pasar por las urnas

Le cuentan al Topillo un historia menor pero de enjundia. Menor porque se trata de un pueblo, Cubillas de Santa Marta, en Valladolid. Y de enjundia porque tiene tela el asunto. Resulta que en esa localidad el PP sacó seis concejales por uno el PSOE. Hasta ahí todo posible porque las urnas son soberanas. Pero lo casi imposible ha llegado después, porque el concejal electo socialista renunció, y al igual que él todos sus compañeros de lista. Ante esta situación ha sido ‘nombrada’ concejala  Ana María Falcón Astruga, quien no se había presentado a las elecciones. Y se preguntarán ¿pero eso es posible?, ¿es correcto que alguien sea concejal sin pasar por las urnas? En Cubillas de Santa Marta la historia tiene desconcertado a más de uno. Incluso los propios del lugar no acaban de comprender la situación. El caso es que desde el punto de vista legal está todo en orden, por eso ha sido avalada Ana María Falcón por la Junta Electoral.      El Artículo 182 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, de la Ley 5/85,19 de junio, dice que “en caso de fallecimiento, incapacidad o renuncia de un concejal el escaño se atribuirá al candidato suplente de la misma lista; si no los hay las vacantes serán cubiertas por cualquier ciudadano mayor de edad designado por el partido o coalición,.., lo que se dará a conocer a la Junta Electoral correspondiente…” O sea: lo dicho, la ley está de la parte de la concejal socialista. Pero esto nos recuerda la famosa frase “hecha la ley, hecha la trampa”, porque no es ni mínimamente creíble que todos los miembros de la lista hayan pasado a ser incapaces de la noche al día. Que hayan renunciado sí, y eso sí que canta. ¿ Para qué lo han hecho? ¿Para beneficiar de algún modo a Ana María Falcón en un asunto laboral, por ejemplo, para que esté más cerca de Valladolid?     El Topillo se pregunta esto porque suele ser una práctica muy utilizada por funcionarios: acudir a la política para conseguir estar más cerca de la tierra. Alguien incluso consigue la ‘fijeza’ del lugar para toda la vida. Hay casos muy señeros que afectan por la vía familiar a personajes importantes de la política vallisoletana. Por eso decíamos al principio que puede ser esta una historia menor, pero con enjundia.