Detenidos en Madrid siete miembros de un grupo de atracadores de bancos

Según una nota la Dirección General de la Policía, los detenidos, de nacionalidad española, se disfrazaban de diferentes maneras para dificultar su identificación, y se investiga si uno de ellos pretendía confundir a las fuerzas de seguridad caracterizándose de modo similar al atracador de bancos conocido como "El solitario".

La Policía imputa a este grupo de atracadores la comisión de treinta y ocho asaltos en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Valencia y Extremadura, e investiga su implicación en otros treinta y cuatro hechos delictivos.

Asimismo se han practicado dos registros domiciliarios en Madrid y Salamanca y en los cuatro vehículos que se han intervenido, en uno de los cuales se han encontrado, ocultos en el compartimento del motor, una pistola del calibre 9 mm y varios cargadores con munición.

En la operación policial también se han incautado cuatro vehículos, numerosas prendas de vestir y elementos de caracterización que presuntamente utilizaban los atracadores para disfrazarse, placas de matrículas robadas, documentaciones falsas, y abundante cantidad de dinero en billetes de distintas cuantías.

Atraco con armas de fuego
La investigación, realizada por el Grupo de Atracos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) y en la que también han colaborado las Jefaturas Superiores de Policía de Castilla y León, Comunidad Valenciana, Cataluña y Aragón, además de las Comisarías de Zamora y de Ciudad Real, comenzó el pasado mes de febrero tras un atraco con armas de fuego en una sucursal bancaria de Valladolid.

Los agentes lograron identificar como presuntos autores de este asalto a tres hermanos que, junto con el resto de miembros de la banda, ya estaban siendo investigados por varios atracos cometidos en otras provincias como Barcelona, Valencia, Zaragoza, Zamora o Ciudad Real.

La investigación policial fue muy compleja debido a que los integrantes del grupo desarticulado vivían "escondidos" en partes distantes de la geografía española, llevaban aparentemente una "vida normal", suplantaban la identidad de otras personas y sólo se reunían para perpetrar los asaltos.

El grupo se reunía periódicamente en zonas alejadas de sus lugares de residencia para planificar los atracos, tras lo que repartían el dinero sustraído y nuevamente recuperaban su vida normal. Los dos últimos asaltos se perpetraron el pasado mes de junio en Cáceres y Toledo, llevándose en esta último un botín de escasa cuantía, por lo que de nuevo se reunieron en una cafetería de Madrid para planificar un nuevo atraco. Fue en ese momento cuando los agentes procedieron a su detención.