Vinokourov y su compañero del Astana Kloden también tomaban esta mañana la salida en Auxois aún con las secuelas repartidas por todo el cuerpo que recordaban la caída en que se vieron envueltos el día anterior. Era una incógnita conocer, a esas alturas, si las rodillas del kazajo con varios puntos de sutura le iban a permitir acabar la etapa.
Finalmente los dos líderes del equipo Astana conseguían cubrir los casi 200 kilómetros de carrera y llegaron al final junto con el resto de los corredores para que los sprinters se jugaran la victoria al sprint.
Esta vez el triunfo se lo llevó el especillista del Quick Step, Tom Boonen, quien atravesó la línea de meta por delante del español Óscar Freire. El triple campeón del mundo se quedaba por segundo día consecutivo a las puertas del éxito apenas por un golpe de riñón de diferencia.
Este fin de semana el pelotón le llega el turno a los Alpes y el lucimiento está reservado para otros. De momento Vinokourov está ok.