Cinco obreros, condenados por la muerte cruel de dos gatos en Ciempozuelos
Matar dos gatos sólo cuesta 180 euros
lunes 23 de julio de 2007, 18:23h
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Valdemoro ha condenado a cinco trabajadores de la construcción a pagar una multa de 180 euros cada uno por la muerte a palos de dos gatos callejeros en un solar de Ciempozuelos. La sentencia los considera autores de una falta de maltrato animal prevista y penada en el artículo 632.2 del Código Penal.
En la sentencia, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Valdemoro impone la pena de 30 días de multa con cuota de seis euros diarios a Ángel P.A., Gonzalo O.L., Maximino P.S., Tomás G.A. y Eduardo P.S. como autores de una falta de maltrato animal.
Los hechos, denunciados por una vecina de Ciempozuelos, las asociaciones ALBA y Amnistía Animal y el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, ocurrieron el pasado mes de mayo en un solar y vivienda de esta localidad donde los ahora condenados debían iniciar una obra.
Según recoge la sentencia, los obreros recibieron la orden de su encargado de desalojar a "decenas de gatos" que se cobijaban en el solar, para lo que portan palos de obra, de caña o de hierro "que se intercambian entre sí indistintamente".
Los denunciados, que admiten que su intención era "hostigar a los gatos", declararon que los animales se golpeaban contra las paredes, las ventanas o se lanzaban desde éstas al suelo, y uno de ellos admitió que cuando llegaron al solar "no había gatos muertos pero después sí".
La vecina que alertó a ALBA y a Amnistía Animal de lo que ocurría en el patio de la finca colindante a la suya, declaró que tras escuchar los gritos de los gatos observó como uno estaba muerto y otros heridos, especialmente uno que tuvo que ser sacrificado al tener la columna partida. Según el veterinario que atendió a este cachorro, las lesiones que presentaba eran "recientes y de origen traumático".
La presidenta de Amnistía Animal-Comunidad de Madrid, Matilde Cubillo, se mostró satisfecha con la sentencia y, sobre todo, "con el hecho de haber sentado en un banquillo a unas personas que han sido culpables de la muerte cruel de varios gatos".
Para Cubillo esta sentencia tiene que servir para que los ciudadanos "empiecen a darse cuenta que si maltratan animales pueden, al igual que los ahora condenados, ser juzgados".