Dos de los fallecidos en una piscifactoría de Guadalajara serán enterrados en Boadilla

Se trata, en concreto, de los cuerpos del propietario de la instalación, F.O.M., de 58 años, y de su hijo A.O.A., de 23 años, quienes fueron trasladados, junto a los cadáveres de las otras dos personas, al tanatorio Nuestra Señora de la Antigua de Guadalajara.

El Consistorio de Illana indicó que los cuerpos de las otras dos personas que perdieron la vida, el matrimonio formado por J.C.H.R., de 36 años, y C.C.G., de 36 años, y que residían en una vivienda situada en el recinto de la piscifactoría, serán trasladados hasta el tanatorio de la M-30 de Madrid, localidad en la que serán incinerados.

Según las primeras investigaciones, estas personas fallecieron en una fosa séptica de la piscifactoría al inhalar gases tóxicos. Hacia las 12.45 horas el joven de 23 años perdió el conocimiento por los gases que emanaban de la fosa. Su padre acudió a socorrerle y corrió idéntica suerte.

Un empleado de la instalación fue al lugar para llevar el teléfono móvil a su jefe y al ver la escena se adentró para ayudar a los primeros accidentados y también se desvaneció por los gases tóxicos. Acto seguido, la esposa de éste tuvo la misma suerte y no pudo ayudar a los tres primeros.