Herman Chadwick
El General tiene quien le escriba
martes 12 de diciembre de 2006, 02:50h
El domingo tan pronto me enteré de la muerte del General Pinochet revivì el 11 de septiembre del 73,la colaboración junto a tantos amigos con su Gobierno, las conversaciones con el General,los logros del Gobierno Militar que fueron muchos, sus errores y los hechos que en los últimos años dañaron su figura.
Fuí, a las pocas horas, en recuerdo del General que conocì a saludar a su familia al Hospital Miltar honrando el deber de la amistad y la lealtad.
A la salida , al ver a sus partidarios y escuchar por radio a sus detractores, me di cuenta que su figura seguirá siendo por mucho tiempo un sinónimo de división para un gran nùmero de chilenos. Me sorprendió la vehemencia con que algunos celebraron la muerte del General Pinochet y una vez mas,al ver la televisión, el inexplicable desconocimienrto que tienen en el exterior de nuestra reciente historia patria.
Vì como no nacìa un antes y un después y me preocupé mucho por Chile y su reencuentro.Sentì que los sentimientos pinochetistas , mas escondidos por cierto,existen y estan arraigados en la profundidad del alma de un porcentaje muy alto de chilenos.
Habrán años para escribir la historia de nuestras tres ùltimas décadas y ,sin pasión, sitiar a cada uno de sus actores en su justo lugar. En estos momentos tenemos que demostrar que los últimos 20 años no han sido en vano, que nos hemos reconciliado, nos hemos encontrado,que las diferencias del pasado han quedado en gran medida de lado y que ,durante estos años, todos hemos contribuido para que este país salga adelante.
Chile se ha transformado en un país de grandes acuerdos, logrados por su buena clase dirigente y por las lecciones que nos dejaròn las décadas pasadas.
No es posible borrar el pasado, pero si es posible y necesario vivir nuestros tiempo construyendo el país que queremos y proyectarlo hacia adelante sin odios ni rencores. Mal que mal en el vivirán nuestros hijos y nietos, para quienes lo que hoy nos preocupa y nos divide, ya es historia. Asi al menos debieron ayer contársela mis hijos a mis nietos que, sin desconocer los hechos, los tenìan poco claro.
Muere el General Pinochet y junto a él se va una etapa importante de nuestra historia de la cual fuimos partícipes. Felizmente lo somos también hoy que es el momento para nuestra reconciliación, para avanzar, para seguir creciendo, para olvidar lo malo y mirar nuestro promisorio futuro con ojos de esperanza. Ahí esta la tarea que deberemos hacer entre todos cualquiera sean los recuerdos que prevalezcan en unos u otros y entendiendo que los afectos son imborrables y-por cierto-respetables.