www.diariocritico.com

Por polémico discurso

Bachelet impuso su autoridad con la baja del nieto de Pinochet

Bachelet impuso su autoridad con la baja del nieto de Pinochet

jueves 14 de diciembre de 2006, 14:45h
La baja del capitán Pinochet Molina fue ratificada personalmente ayer tarde por el comandante en jefe del Ejército, Oscar Izurieta, minutos antes de la ceremonia de graduación de nuevos oficiales, celebrada en la Escuela Militar, a la que asistieron la presidenta Michelle Bachelet y la ministra de defensa Vivianne Blanlot.

Santiago  (EFE).- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, impuso su autoridad al pedir al Ejército que tomara una decisión por el discurso que dio el nieto del fallecido ex dictador Augusto Pinochet durante su funeral, que concluyó con la su baja de la fuerza militar.

El gobierno de la presidenta socialista exigió sanciones para el ahora ex capitán del Ejército, tan pronto pronunció un polémico discurso durante la misa fúnebre, celebrada el martes pasado en la Escuela Militar.

La presidenta reiteró ayer, al referirse por primera vez al incidente, la gravedad de la situación creada por el Capitán, que al hablar en el funeral justificó el golpe militar que su abuelo encabezó en 1973 y criticó a los jueces que lo han procesado.

La mandataria puntualizó que el reglamento militar es claro a ese respecto y que el Ejército sabrá que hacer, lo que se materializó horas más tarde cuando el comandante en jefe de la institución, Oscar Izurieta, confirmó la decisión de separar al oficial de sus filas.

Pinochet Molina, hijo de Augusto Pinochet Hiriart, el hijo mayor del ex gobernante de facto, afirmó ayer que su abuelo fue un líder mundial que derrotó "en plena guerra fría, por el medio armado al gobierno marxista, que pretendía imponer su modelo totalitario".

También arremetió contra los jueces que en los últimos años juzgaron al ex dictador, acusado de violación de los derechos humanos y de corrupción, a los que acusó de tener sólo un afán de figuración.

La baja del capitán Pinochet Molina fue ratificada personalmente ayer tarde por el comandante en jefe del Ejército, Oscar Izurieta, minutos antes de la ceremonia de graduación de nuevos oficiales, celebrada en la Escuela Militar, a la que asistieron la presidenta Michelle Bachelet y la ministra de defensa Vivianne Blanlot.

"En el momento en que (Pinochet Molina) se bajó del estrado yo ya tenía resuelto que no había otro camino que la baja", dijo hoy el general Izurieta.

El jefe militar agregó que el ex oficial fue citado por su superior, el general Alvaro Guzmán, que le hizo ver su "gravísima" falta y se le comunicó que iba a ser dado de baja.

Por su parte, Michelle Bachelet se pronunció inequívocamente respecto del significado que para Chile tiene la muerte del ex dictador, al descartar que el acontecimiento signifique el comienzo de una nueva etapa para el país.

"No creo que sea una nueva etapa, creo que la nueva etapa en el país comenzó en 1990, cuando reconquistamos la democracia, cuando iniciamos un proceso de consolidación de las instituciones democráticas en nuestro país y un proceso de reencuentro", subrayó la mandataria.

Bachelet señaló además que "el país se mantuvo sin mayores alteraciones en el orden público y en plena normalidad. Hubo espacio para la expresión del dolor de algunos y los sentimientos de otros. Las exequias se desarrollaron con la tranquilidad debida, respetando a los dolientes", precisó.

"La muerte del general amenazaba con dividir a los chilenos nuevamente, dadas las fuertes emociones y sentimientos que provocaría en los ciudadanos" dijo y añadió que en ese contexto, el gobierno actuó para garantizar la paz social y el orden público.

Según informó hoy el subsecretario del Interior, Felipe Harboe, desde que Pinochet murió, el pasado domingo, hubo 145 detenidos y medio centenar de carabineros lesionados en el país.

"Hubo en los últimos tres días 65 manifestaciones en 25 ciudades, sin tener que lamentar víctimas fatales", dijo el funcionario.

"Cuando uno ve las estadísticas y la cantidad de gente que hubo en las calles, puede apreciar que el país transita con calma y tranquilidad", subrayó Harboe.

En tanto, las cenizas de Pinochet fueron entregadas el  miércoles a sus familiares por oficiales del Ejército en la finca "Los Boldos", a 130 kilómetros al suroeste de Santiago, a la que se desplazaron sus familiares tras los actos fúnebres celebrados el martes en la Escuela Militar.

La familia y unos pocos invitados participaron en una misa en una pequeña capilla de la misma finca, que fue el lugar favorito de Pinochet en los últimos años.

El cadáver de Pinochet fue incinerado la noche del martes en la localidad costera de Concón, a 140 kilómetros al noroeste de Santiago.

Entre los asistentes a la misa estuvo también el nieto del fallecido general, el capitán Augusto Pinochet Molina que, como si ya presintiera la dura determinación que el Ejército adoptaría en su contra horas más tarde, ya vestía de civil.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios