Los expertos recomiendan a los empresarios madrileños entrar en China con marcas de lujo

"Estamos hablando de un mercado de 15 millones de personas ricas y 100 millones de ciudadanos de clase media, eso supone un mercado muy amplio para las empresas que quieran trabajar en China", explicó la directora de Comercio Exterior de la Cámara, Elsa Salvadores, que añadió que el objetivo de estas jornadas es dar a conocer un mercado de oportunidades que se está abriendo al exterior y conseguir que las empresas madrileñas mejoren su competitividad.

"Hay que adaptarse al mercado global" que impera en el mundo actualmente y hay que aprovechar que 2007 es el año de España en China para ofrecer los productos. "El Gobierno de España está haciendo muchos esfuerzos en materia cultural o económica, y todo eso es positivo y repercute mejor en la entrada de las empresas madrileñas en el país", apostilló la directora.

La Cámara de Comercio cuenta con una delegación en Shangai desde finales del año 2006 que asesora a las empresas madrileñas que se quieren introducir en el mercado chino. El mercado chino tiene 1.314,5 millones de habitantes, y los potenciales consumidores se sitúan en torno a los núcleos de las ciudades de Beijing, Shangai, Chongqing, Tianjin, Guangzhou, Chengdu, Harbin y Qingdao. Se prevé que en 2020 haya más ricos que en Alemania y más clase media que en Estados Unidos, por lo que es un mercado creciente y con oportunidades para las empresas occidentales.

El director de InterChina Consulting en Madrid, Eduardo Morcillo, aconsejó a los empresarios madrileños cómo llegar al mercado chino y "triunfar". "Si se está en China hay que invertir poco a poco ya que se está produciendo un cambio de tendencia importante en los últimos años" debido a que los ciudadanos chinos acceden ahora a los productos occidentales, mientras que antes no había diversidad de productos y no accedían a los productos de lujo.

Boom de la clase media
El responsable de InterChina presentó al consumidor chino como un usuario que consume productos de calidad, que le da valor a las marcas y que guarda poca fidelidad a las empresas. "La clase media china va a sufrir un boom explosivo, y vamos a pasar a 500 millones de personas de clase media que demandarán productos occidentales", explicó.

Los principales sectores que se verán beneficiados por la explosión demográfica son la automoción, que según Morcillo será la "clave" y triplicará sus ventas, el lujo y la moda, que ya se encuentran en fase de introducción con empresas como LVHM, Zara o H&M, y la evolución de la banda ancha y las tarjetas de crédito, que mostrarán el aumento del nivel de vida de los ciudadanos chinos. "El consumidor chino está influenciado por occidente pero no es un clon. Percibe las marcas occidentales como líderes pero para ellos tiene un valor 'presuntuoso', para mostrar a los demás que se lo puede permitir", subrayó Morcillo.

Morcillo habló de siete sectores principales en los que podrán introducirse las empresas madrileñas como son los productos de consumo de gama media y alta, tales como textiles o comida, transporte, atención sanitaria, servicios financieros, actividades de ocio, educación y un creciente sector inmobiliario.

Sin embargo, el responsable de InterChina advirtió a las empresas madrileñas que se enfrentan a riesgos en tierras chinas, como son el creciente nacionalismo que crea proteccionismo frente a los productos extranjeros, la alta tasa de ahorro debido a la debilidad de la seguridad social o los gastos en educación, y el riesgo político y económico del régimen comunista chino.

"Para introducirse en el mercado chino hay que tener un periodo de pruebas, trabajar a medio-largo plazo, trabajar con rapidez al principio y adaptarse a ir poco a poco después", concluyó Eduardo Morcillo.

Cuidado con la imagen
La directora de Internacional de Ágatha Ruiz de la Prada, Astrid Thams, explicó a los empresarios el caso práctico de su empresa, a la que calificó de "peculiar" porque ellos trabajan como un "estudio de diseño" y no como una multinacional. "El mundo de Ágatha sólo fabrica directamente la ropa para mujer desde hace tres años y el resto lo hacen los licenciatarios, por lo que tenemos que tener cuidado con la imagen, ya que es nuestro principal activo", dijo.

Por último, el director para Europa y Asia de CECOFERSA, Rafael Martín aconsejó a los asistentes que se "adapten a ellos". "Hay que solventar primero los problemas relacionados con las diferencias culturales, de negociación, y sobre todo, no dejar nada al azar, especificarlo todo", subrayó Martín.

Martín aconsejó a los empresarios madrileños que tengan el proyecto "muy claro", que determinen la demanda, que contacten con proveedores, que controlen la calidad en todas las fases de producción y que no les de "miedo".