Los camiones a Valdemingómez no pasarán por la Cañada Real Galiana

La nueva carretera, actualmente en construcción, entrará en servicio durante el primer trimestre del próximo año. El nuevo acceso a Valdemingómez resolverá dos grandes problemas: evitará que los camiones tengan que entrar en la Cañada Real Galiana, donde a veces han sido objeto de agresiones, y esto permitirá que no se repitan los atropellos que se han producido en algunas ocasiones.

Mientras finalizan los trabajos de construcción de la vía, que tendrá 4,6 kilómetros de longitud, un carril por sentido y arcenes en ambas calzadas, los camioneros que se dirigen a las tres plantas de Valdemingómez, que tienen capacidad para eliminar más de 4.000 toneladas al día de residuos sólidos urbanos, ya disponen de un acceso alternativo, abierto al tráfico el pasado 22 de agosto.

Esta ruta provisional, que únicamente es utilizada en horario nocturno, tiene su entrada desde la A-3 (autovía de Valencia) por la calle Francisco Álvarez, para continuar por el camino provisional de doble sentido, asfaltado en un primer tramo, hasta la estación de servicio, y de zahorra en un segundo tramo, utilizando el camino del Congosto

La salida provisional hacia Madrid para estos camiones, que realizan más de 300 viajes cada noche, se realiza por el camino de Pozuelo hasta la A-3. Para acondicionar este acceso provisional hasta que entre en servicio la nueva carretera, el Ayuntamiento ha llevado a cabo el acondicionamiento de los tramos de asfaltado y de zahorra (material granular formado por áridos machacados).

Zahorra y asfaltado
Los trabajos en el primero han consistido en explanar y asentar el firme con 30/40 centímetros de zahorra en un tramo de unos 2.700 metros de longitud y 7/8 metros de ancho y extender aglomerado asfáltico en caliente de alta densidad en unos 6.500 metros cuadrados. Además, se ha procedido al desmonte de unos 20.000 metros cúbicos de tierras y al retranqueo de dos líneas de 15.000 voltios de Unión Fenosa.

   Además, se ha cambiado los trazados y cruces de cuatro tramos de tubería de 300 milímetros del Canal de Isabel II. Por último, se han construido tres arquetas de registro y un paso reforzado para aguas pluviales y se ha instalado la señalización horizontal y vertical del nuevo trazado.

   En el tramo asfaltado, se ha realizado el desmonte de la carretera en obras a la altura de la estación de servicio para llegar a la cota definitiva de la futura rotonda y, además de acondicionar el inicio del camino provisional, se ha procedido al asfaltado y a la instalación de la señalización.