La Liga se normaliza

La Liga de las Estrellas, que lo fue menos las dos últimas temporadas donde mandó más la mediocridad y el juego espeso, lleva camino de normalizarse cuando tan sólo han transcurrido cuatro jornadas. Con algunas excepciones, claro, pero poco a poco los clubes ya van ocupando los lugares que por presupuesto e historia les corresponde. Así, si echamos un ojo a la clasificación, vemos que los aristócratas ya están en lo alto: Real Madrid -que sin merecerlo empató de milagro en Valladolid, donde fue arrollado por los pucelanos-, Valencia -con una victoria facilona en campo del Betis- y Barcelona -que doblegó a un Sevilla que acusa jugar tantas competiciones como las dos Supercopas y la Liga de Campeones-, con el Villarreal cada día más metido en este grupo.

A falta de que poco a poco los de Juande Ramos se vayan recuperando, ellos son los llamados a pelearse por el título y los puestos europeos, sobre todo los de la citada Liga de Campeones, a la que aspiran otros muchos como el Atlético -sin mucho fútbol pero con pegada con lo fichajes de Forlán y Simao- y algún otro que surja de sorpresa, como el año pasado el Getafe -otro que acusa el doblete de competiciones- y/o el Recre.Y en la zona baja, los puestos de descenso, si hoy acabara la competición, los ocuparía ese Getafe, que no le corresponde y pronto saldrá, pero sí el Levante y el Betis, que se salvaron in extremis la anterior campaña. O sea que como todo en la vida, el dinero manda y los ricos están arriba y los pobres abajo, aunque,  es justo y necesario insistir en que el baile no ha hecho más que comenzar.

Y como, hasta es posible que la Selección enderece su trayectoria en el grupo clasificatorio -hay que creer en los milagros, ¿no?- y se meta finalmente en el Europeo de 2008 -con los partidos decisivos y trascendentales muy pronto ante Suecia  Dinamarca-, la Liga ya lo tenía previsto y el calendario está apretadísimo. No queda casi tiempo para lamerse las heridas los que perdieron en esta jornada ni para sacar pecho los que ganaron. Porque, sin solución de continuidad ya tenemos la próxima, la quinta, que se disputa entre semana y habrá partidos martes, miércoles y jueves, enlazando casi de inmediato con la sexta, que se inicia el sábado.

O sea, de sábado 22 a domingo 30, de estos nueve días, sólo dos no tendremos encuentros: este lunes y el viernes. Eso sí, ojalá de esta cantidad no se deduzca un bajón de calidad y sigamos disfrutando partidos tan bellos como el Valladolid-Madrid de este domingo, al margen de resultados y forofismos.Ojalá.