El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y de la Comisión de Garantías de la Videovigilancia, Javier María Casas, ha concluido con una impresión favorable la visita a los lugares de la zona centro de Madrid donde el Ayuntamiento propuso instalar cámaras de vídeo para evitar la delincuencia.
"Mi impresión no es desfavorable, pero no puedo, sin cambiar impresiones con la comisión y sin deliberar, decir más. Sería un falta de respetó", dijo Casas tras visitar, acompañado por el delegado de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento, Pedro Calvo, y técnicos del Ayuntamiento, las calles donde se quieren instalar las 31 cámaras de vídeo . Además, aseguró que la instalación "no parece conflictiva".
Calvo manifestó su optimismo después de realizar el recorrido junto al presidente del TSJM. "Creo que la Comisión se lleva una impresión positiva por dos razones: primero, porque las preguntas que han hecho han tenido respuesta por parte del peticionario del Ayuntamiento y, en segundo lugar, porque ya en su día dio el visto bueno en la Plaza Mayor, por lo que ya tiene un precedente del uso que vamos a hacer". El próximo lunes por la tarde la Comision mantendrá la reunión en que la que se decidirá si se da el visto bueno a la instalación. En el caso de que la respuesta a la petición del Ayuntaminto sea afirmativa, los vecinos y comerciantes de la zona verán cumplida su reividicación en unos meses, posiblemente a principios de 2008, según los cálculos de Calvo.
La comitiva recorrió todos los puntos donde se pondrán las cámaras y los miembros del Ayuntamiento contestaban a las preguntas de la Comisión sobre la situación exacta de la colocación de las cámaras, los ángulos de visión y las características técnicas de los dispositivos que se instalarán. El trayecto empezó en la calle de Montera continuó por Gran Vía hasta llegar a la plaza de Santa Soledad Torres Acosta para después seguir por la Corredera Baja de San Pablo y otras calles adyacentes como la del Desengaño o la de Ballesta.
El objetivo de la instalación de estas cámaras es disminuir la delincuencia y crear seguridad, pero Calvo fue más allá y dijo que a título personal espera que "también sean disuasorias al ejercicicio de la prostitución en la calle". La zona de Montera y de la plaza de Santa Soledad Torres Acosta, separadas por la Gran Via, tienen un nivel de delincuencia superior a la del resto de la ciudad. Precisamente, la sensacion de inseguridad fue el motivo por el que la Asociación de Vecinos y Comerciantes de Montera pidió que se instalasen cámaras de vigilancia.
Un portavoz de la asociación, Juan Ramírez, dijo tras concluir la visita que si se aprobase la instalación sería un paso importante para conseguir una mayor tranquilidad en el barrio, pero que lo más importante es la presencia de agentes de la Policía uniformados, pues sirve para disuadir a los delincluentes. También, comentó que es posible que los malechores se trasladen a otras zonas, pero que ellos quieren que no estén donde viven y trabajan.
Las videocámaras se instalarán entre la planta baja y la primera planta de los edificios, es decir a unos dos metros y medio del suelo. Cuando se trate de farolas o semáforos la distancia será de cuatro o cinco metros. Estos dispositivos de seguridad tienen la particularidad de poseer un sistema de enmascaramiento, una programación informática que impide que se capten imágenes del interior de las viviendas. De las 31 cámaras, 30 tendrán un ángulo de visión de 360 grados y una será fija.
Las imágenes obtenidas por estos dispositivos serán observadas únicamente por la Policía municipal y se autodestruirán a los siete días, salvo en el caso de que graben algo que pueda ser delito o falta y, por lo tanto, será comunicado al juzgado correspondiente. El delegado de Seguridad dijo que no está prevista la instalación de cámaras de video en otras zonas de Madrid, pero que tampoco está descartada.
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