Una impresionante alfombra humana de más de 5 kilómetros de extensión cubrió las diferentes arterias de La Paz y ni siquiera una granizada que cayó a las 15.50 pudo anular la posición de los paceños que mantienen su consigna, “la sede no se mueve”. Globos con colores de La Paz, o banderas de todos los departamentos fueron algunas de las ideas que plasmaron los aproximadamente 500 mil marchistas –según los organizadores– que acudieron a la convocatoria del Comité de Emergencia de La Paz.
Desde las 14.00, los primeros estandartes de los mercados empezaron a llegar a las inmediaciones de la cervercería en un intento de “ganarse” los primeros puestos y marchar adelante. Hasta las 15.00 ya no había espacio y la cabeza estaba en la interjección de la calle Ingavi y avenida Montes producto de la aglomeración de los distintos sectores que llegaban hasta el nudo Autopista que era el lugar de concentración.
Para entonces los últimos en llegar estaban en la Estación Central y el tráfico fue interumpido en la avenida Buenos Aires por la Policía que tuvo que movilizar a todos los recursos humanos que tiene en la ciudad de La Paz y pidió refuerzos a sus unidades de la zona Sur y de El Alto, confimó el comandante departamental, coronel Manuel Saavedra.
La espera demoró y la marcha se inició a las 15.26. Una veintena de músicos acompañados de instrumentos de percusión fueron los primeros en avanzar custodiados por tres motocicletas de la Policía y seguidos por los Amigos de la Ciudad, detrás se encontraba el grueso de la marcha incluyendo el numeroso grupo de autoridades y dirigentes del Comité de Emergencia que estaban encabezados por el presidente del Consejo, Luis Revilla; el alcalde, Juan del Granado; el secretario general de la Prefectura, Alejandro Zapata y el también secretario general de la Federación de Campesinos de La Paz, Benedicto Llanque.
Fue notoria la ausencia de la brigada paceña de diputados, senadores y asambleistas. La Prensa constató la presencia de dos diputados Javier Zabaleta y Javier Bejarano, ambos del MSM y no había ningún diputado ni senador del departamento. Asimismo estuvieron cuatro asambleístas, todos del partido “sin miedo”. los presentes fueron: Mario Orellana, Marcela Revollo, Renato Bustamante y Francísco Cordero.
Cuando los primeros marchistas ingresaban a la avenida Camacho, se desató un granizo fugáz pero inclemente que desvió a varios de los sectores que acudieron presurosos a las calles adyacentes a la plaza Murillo porque pensaban que la concentración sería en el kilómetro cero, pero la ruta había sido alterada en horas de la mañana por los organizadores. De hecho, ese fue el factor que fracturó la fiesta y provocó desvíos de varios sindicatos que no llegaron a la plaza del Estudiante (final Prado) y prefirieron dar vuelta al estadio Hernando Siles y retornar a la plaza San Francisco. Las calles desiertas, las subidas y bajadas de los marchistas provocaron el recuerdo de los días de octubre de 2003 cuando las marchas eran incesantes y diarias.
Ni alteños ni sureños se sustrajeron a la marcha. Una treintena de buses de la línea 42 del sindicato Litoral transportó de manera gratuita a los pobladores de las zonas de Ovejuyo, Apaña, Uni y Palca, según el testimonio del conductor asalariado Juan Ayala cada diez minutos los buses se abarrotaron y sus dirigentes dispusieron el traslado gratuito de los usuarios.
Con el cuerpo húmedo por el granizo y rastros de cansancio en el rostro, los primeros marchistas aparecieron en la avenida del Ejército a las 16.25, los Amigos de la Ciudad habían cedido su puesto a “jóvenes unidos por La Paz–mientras la tea siga encendida” quienes encabezaban la marcha con los trabajadores universitarios por detrás.
Fue en el puente, sobre el río Choqueyapu, que se produjo la fractura final porque los trabajadores ediles, encabezados por el director de Gobernabilidad, Pedro Susz, insistían en desvíar hacia la avenida del Poeta la marcha, el secretario ejecutivo de los trabajadores de la UMSA, Ramiro Aguilar, argumentó que existía cansancio y rompió el cerco, siguió de largo y se produjo forcejeos entre marchistas y organizadores.
Finalmente, la llegada a la plaza del Estudiante se produjo por distintas arterias. La mayoría optó por seguir a los universitarios y sólo el grupo de la Alcaldía y parte de los trabajadores de la Prefectura llegaron por la avenida Arce.
Un cerco de trabajadores ediles custodiaba la plaza del Estudiante y los medios de comunicación corrían en enjambre hacia las autoridades que arribaron mojados y cansados. Así, miles y miles de personas de todas las condiciones sociales dijeron no al cambio de la Sede.
EL ALTO, AUSENTE
Las organizaciones cívicas alteñas, Fejuve y COR no asistieron a la Marcha de la Paceñidad por discrepancias con la dirigencia cívica de La Paz. Además, también se observó que la asistencia de los campesinos no fue notoria como en el cabildo del 20 de julio. Según el secretario general de la Federación de Campesinos Tupac Katari, Benedicto Llanque, se trata de “una estretagia” porque los campesinos están planificando una movilización de las 20 provincias para la siguiente semana, asimismo indicó que están acordando con la dirigencia de El Alto una marcha conjunta de los tres sectores: El Alto, La Paz y los campesinos. Esta posición fue confirmada por el secretario ejecutivo de la COR alteña, Edgar Patana, quien dijo que se prepara una marcha conjunta para “las siguientes semanas, pero tiene que ser coordinada y no como ahora que adoptan una posición apresurada algunos sectores”.
Benedícto Llanque declaró que los campesinos arribaron en un número de seis mil comunarios porque el tiempo de convocatoria no fue el adecuado y que multiplicarán esa presencia en la marcha conjunta. Dijo que los campesinos están dispuestos a trasladarse a Sucre para defender la vigencia de la Constituyente y evitar que los poderes Legislativo y Ejecutivo cambien de sede.
La Paz marcha sola
Los diputados y constituyentes del MSM coincidieron, por separado, en afirmar que la marcha por la paceñidad fue una muestra de que la Hoyada tiene un poder de convocatoria que le permite marchar de forma multitudinaria aún con la ausencia de los ciudadanos de la ciudad de El Alto.
El constituyente Mario Orellana (MSM) afirmó que la marcha rebasó todas las expectativas que existía al principio porque todos pensaban que la presencia ciudadana sería mínima sin la participación de El Alto, “pero quedó demostrado que La Paz puede movilizarse sola”.
El diputado Javier Zabaleta explicó que la movilización paceña despejó las dudas sobre la politización de la marcha y, por tanto, el mensaje es de toda la ciudadanía y no de un partido como se presumía o querían hacer ver los dirigentes de otros departamentos. El representante también cuestionó la ausencia de las organizaciones alteñas que se separaron de la movilización.
“Los paceños tienen la consigna de que la sede no tiene que moverse, está claro el mensaje porque recordemos que hubo problemas de organización, porque una semana para esta movilización quiere decir que la La Paz tiene conciencia para defender sus derechos”.
En las calles
FUGAZ: la lluvia que cayó desde las 15.50 duró 20 minutos, pero fue tan intensa que obligó a buscar paraguas a los marchistas entre puestos desiertos porque todos estaban marchando.
GENIOS Y FIGURAS: los choferes no pierden la costumbre de buscar “desvíos”, fueron los primeros en desordenar la marcha porque prefirieron “acortar” calles marchando por la calle Potosí.
RETRASADOS: el Alcalde y su comitiva tuvo que abrirse paso con sus vehículos oficiales para estar al frente de la marcha porque resultaron rebasados por los gremiales y campesinos.
EMPUJONES: en el puente del río Choqueyapu, se produjeron empujones y fuertes discusiones por el recorrido de la marcha, la Alcaldía no pudo evitar que la UMSA rompiera su cerco humano.
EN LA SAN FRANCISCO: la marcha terminó donde menos se imaginaban los organizadores, todo por la lluvia y por el cambio de ruta que realizaron los organizadores a última hora.
FIESTA: grupos musicales como bandas y sicuris animaron a los marchistas en la plaza San Francísco, mientras los comerciantes hacían su agosto en pleno mes de octubre con los asistentes.
COLEGIOS: los alumnos de los terceros y cuartos medios de varios colegios marcharon de manera “voluntaria” y sin fichas. El colegio Villarroel acudió con su banda.
DENUNCIA: trabajadores del Hospital de Clínicas denunciaron que el Servicio Departamental de Salud declaró “obligatoria” la asistencia a la movilización.
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