El legado del Che en el mundo de hoy

Tuve el honor de conocer personalmente al comandante Ernesto Che Guevara a fines de enero de 1967, en un primer campamento, cercano a lo que posteriormente fue conocida como la "casa de calamina" ubicada en las proximidades de Lagunillas.

En ese momento nos planteó lo que los jóvenes de mi generación queríamos: iniciar la revolución en Bolivia, pero al mismo tiempo en otros países. Ello iba de acuerdo con su planteamiento de "crear dos, tres, muchos Vietnam, es la consigna".

Hoy estamos en los inicios del Siglo XXI, el mundo ha cambiado, no existe la URSS y el llamado "bloque socialista"; cayó el muro de Berlín y tenemos una Alemania unificada; la lucha armada en la forma de guerrilla sólo queda en Colombia. Tenemos un mundo globalizado con un país hegemónico: Estados Unidos de Norteamérica y otro "enemigo" que ha sustituido al comunismo, el terrorismo.

Sin embargo de estos hechos y que han pasado 40 años de ese memorable encuentro, aún tengo presentes sus comentarios y su propuesta de lucha. Si bien se han producido los cambios mencionados, el mundo sigue con los mismos problemas. Nuestros países siguen dependientes, no se han desarrollado, han crecido las diferencias entre ricos y pobres, es mayor la pobreza y la miseria. Todo ello significa que el capitalismo continúa vigente y, como identificó claramente el comandante Guevara, la cabeza del imperialismo continúan siendo los Estados Unidos de Norteamérica.

Ante esta situación, se hace necesaria y urgente la lucha por la liberación de nuestros pueblos como sostenía el comandante Guevara. Probablemente no será por la vía de la guerrilla, pero que hay que hacer la revolución, hay que hacerla. Recordemos lo que decía el comandante Guevara: "…No hay más cambios que hacer: o revolución socialista o caricatura de revolución."

En el comandante Che Guevara, destacan muchas virtudes: su lealtad, su solidaridad, su franqueza, su internacionalismo, su sacrificio y amor por la humanidad. Estaba absolutamente convencido de que la lucha de liberación no podía ser aislada, al respecto dijo: "El desarrollo de los países que tomaron el camino de la libertad debe ser apoyado por los países socialistas; esta es mi profunda convicción".

Creía en la lucha continental en América, por ello se iniciaba la lucha en Bolivia y luego se continuaría en al menos dos países: Argentina, su país de origen y Perú donde ya se había tenido una experiencia guerrillera. Señalaba que la lucha iba a ser larga y muy dura. No se equivocó, la lucha contra las dictaduras implantadas bajo la Doctrina de Seguridad Nacional por los Estados Unidos, para evitar la revolución, ha cobrado en las décadas 60, 70 y 80, más de 100 mil desaparecidos y otro tanto de asesinados.

Sin embargo de este enorme costo en vidas humanas, hoy podemos decir en Bolivia y en otros países latinoamericanos, que ese sacrificio, de esos miles de hombres y mujeres revolucionarios, del comandante Che Guevara, no ha sido en vano. El dolor no ha sido inútil, ha permitido que hoy estemos viviendo momentos de cambio.

Felizmente, el comandante Che Guevara, cuyo nombre boliviano fue al principio Ramón, tuvo tiempo para escribir sus pensamientos y aportó a la teoría revolucionaria, por ello para conocerlo mejor, hay que acudir a sus escritos.

Destaco a 40 años de haberlo conocido, lo que para mi es su legado: la coherencia entre su teoría y su práctica. Recuerdo que el escribió a sus hijos: Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones.

*Asambleísta por el MAS y ex militante del ELN