Es un indicio, pero no es suficiente

Ni tan siquiera voy a intentar hacer un análisis político en este momento porque simplemente no procede, y lo digo desde el conocimiento que me da el haber estado sentado en el sillón del ministerio del Interior: la lucha contra terrorista es una lucha del estado, no del partidismo político y más aún en estos momentos y bajo las actuales circunstancias.

Indiscutiblemente, el anuncio de cese de la violencia es una buena noticia, pero todavía no es suficiente. Oírles decir que van a dejar de matar es un alivio pero la verdad es que han estado asesinando durante cuarenta años y eso no se borra con un comunicado de un centenar de palabras mal contadas. En este momento, pues, la noticia es bien recibida pero no basta.

ETA debe disolverse y entregar las armas porque la carga de la prueba, la verificación real y efectiva del fin de la violencia que nos han comunicado, recae sobre ellos. Es necesario que los demócratas seamos prudentes entre otras cosas porque son muchas las veces que nos han traicionado.
Es, pues, una noticia buena, necesaria en un país con democracia desde hace tanto tiempo, pero no es la gran noticia que todos esperamos y no lo será hasta que no se verifique con certeza fehaciente que ya no hay armas, que ya no habrá más muertos y que ETA ya no existe más porque se ha disuelto.

Hemos de ser cautelosos y no debemos de olvidar que el comunicado de hoy no nace de la espontaneidad sino forzado por el acoso incansable a que les hemos sometido día tras día hasta dejarles exhaustos. Es importante que tengamos presente que si hoy ETA no mata es, fundamentalmente, porque no les dejamos o, lo que es equivalente, porque no pueden. Si fuera de otra manera el comunicado no lo habrían hecho tres encapuchados sino tres personas a cara descubierta, sin la enseña del hacha y la serpiente y sin el eslogan "bietan jarrai", "seguir en las dos", en la política y en la lucha armada.

No podemos fiarnos de ellos totalmente, solo aceptar con las debidas reservas que están en el buen camino, pero no que hayan recorrido todo el trecho. No olvidemos a los 829 muertos que nos miran desde la historia, se lo debemos. Nos lo debemos.